NUEVA JORNADA DE PROTESTA EN EGIPTO

Tahrir vuelve a hervir

Miles de egipcios recuperan la revolución por temor a la continuidad del régimen militar

Un joven manifestante con la bandera de Egipto pintada en la cara, ayer en El Cairo.

Un joven manifestante con la bandera de Egipto pintada en la cara, ayer en El Cairo.

LAURA MILLAN
EL CAIRO

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Los Hermanos Musulmanes y los revolucionarios han optado por olvidar las rencillas que les han convertido en antagonistas en los últimos meses y han unido fuerzas para hacer frente común contra el candidato a la presidencia y último primer ministro de Hosni Mubarak, Ahmed Shafiq. Con la emblemática plaza Tahrir de El Cairo como escenario, decenas de miles de personas expresaron su rechazo a Shafiq y su temor a que Egipto se convierta de nuevo en un régimen militar.

A lo largo de la jornada, los Hermanos Musulmanes hicieron gala de su extraordinaria capacidad de movilización y desplazaron a miles de personas en autobuses al centro de la ciudad. Mientras, tres grandes marchas salieron desde distintos puntos de El Cairo y convergieron en la plaza Tahrir. El candidato naserista, Hamdin Sabbahi, encabezó una de ellas, mientras que el islamista moderado, Abdel Moneim Abu al Futuh, se puso al frente de otra. A pesar de que los dos candidatos quedaron eliminados en la primera vuelta de las presidenciales, entre ambos suman el 40% de los sufragios.

Junto con el candidato revolucionario, Jaled Ali, Sabbahi y Abu al Futuh han propuesto al candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi, la formación de un consejo presidencial para hacer frente a Shafiq. Mursi, que ha rechazado la propuesta, ha intentado en los últimos días un acercamiento a los revolucionarios. «No son una fuerza mayoritaria en Egipto, pero su apoyo daría legitimidad a la candidatura de Mursi», explicaba en referencia a los revolucionarios la analista del Centro de Estudios Políticos Al Ahram, Eman Ragab.

Recostado en una tienda de campaña improvisada presidida por retratos de dos mártires de la revolución, el manifestante Tareq Yehia explicó que votó a Sabbahi en la primera vuelta, pero que apostará por Mursi en la segunda:«Yo no quiero que Mursi sea presidente, pero quiero menos a Shafiq», explicó.

Consignas variadas

Yehia contó que duerme en la plaza desde el pasado sábado, cuando algunos centenares se manifestaron en contra del veredicto del juicio de Mubarak, que condenó al expresidente a cadena perpetua, pero dejó libres a seis altos cargos del Ministerio del Interior acusados de estar implicados en la muerte de manifestantes durante la revolución.

«En Tahrir se mezclan muchas consignas y algunas diferentes: yo no quiero a Shafiq, no quiero un Estado militar. Pero el juicio a Mubarak ha sido una gran broma, los mártires no se merecen esto», aseguró.

A pocos metros, el joven Mohamed Samir sostenía en alto una pancarta con el rostro de un mártir:«Era mi amigo y murió el 28 de enero en la Batalla de los Camellos. Shafiq era primer ministro entonces y no quiero que sea mi presidente. Él tuvo la culpa». Samir contó que lleva la pancarta a todas las manifestaciones«para que él también esté aquí».

La estudiante de medicina Sara Kamit integraba una manifestación de mujeres que recorrió la plaza durante toda la tarde y reclamó«un presidente que una a todos los egipcios».«Abu al Futuh, Sabbahi y Mursi tienen ahora la oportunidad de unirnos a todos en contra de los monstruos que siguen teniendo el poder en la sombra».

Con las concentraciones de los últimos días, Tahrir se ha convertido en el mejor altavoz para un Mursi que explota la relación de Shafiq con el antiguo régimen para atraer votos a su terreno. Shafiq, en cambio, prefiere librar su batalla ante los medios de comunicación. El exprimer ministro de Mubarak aprovecha todas sus comparecencias públicas para lanzar ataques a la Hermandad y sembrar en Egipto el miedo al islamismo. En una entrevista en la cadena CBC, Shafiq tachó a la cofradía islamista de«sectarismo»y les acusó de intentar dividir la sociedad.

Además, el aspirante a la presidencia subió el tono de la campaña electoral asegurando que la Hermandad de haber participado en la matanza de manifestantes durante la revolución del 25 de enero:«Llegará un día en que la gente conocerá la verdad sobre quién mató realmente a los manifestantes en la plaza», aseguró en la entrevista, según cita el diario estatalAl Ahram.

A 10 días de las elecciones presidenciales, ambos candidatos juegan con el miedo para ganarse el favor del electorado. Con una ventaja de Mursi de solo 250.000 votos en la primera vuelta, desde una declaración acertada hasta una manifestación multitudinaria podrían inclinar la balanza hacia uno u otro lado.