CONFLICTO DIPLOMÁTICO ENTRE ALIADOS

Suecia se enfrenta a Arabia Saudí por los derechos humanos

La ministra de Exteriores sueca, Margot Wallström, ayer.

La ministra de Exteriores sueca, Margot Wallström, ayer.

EL PERIÓDICO / ESTOCOLMO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Suecia se ha atrevido a plantar cara a Arabia Saudí y ha decidido romper un contrato militar con Riad que le reportaba sustanciales ganancias desde hace una década. El detonante fueron unas declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores sueca, Margot Wallström, que criticó la falta de respeto a los derechos humanos por parte del régimen saudí. Suecia se convierte así en uno de los primeros países occidentales en levantar la voz ante los abusos cometidos por el régimen de Riad.

Wallström mantuvo ayer las críticas al país árabe pese a que el conflicto diplomático echa chispas. «No hay nada de lo que tenga que avergonzarme, mantengo lo que dije y no voy a retirar mis palabras sobre democracia y derechos humanos en Arabia Saudí», afirmó tras una reunión de la Comisión de Exteriores del Parlamento sueco.

Wallström había criticado hace un mes los «métodos casi medievales» de las autoridades saudís en el caso del bloguero Raif Badawi, condenado a 10 años de cárcel y a mil latigazos por una presunta afrenta al islam. La ministra, además, presentó una protesta formal ante la embajada saudí en Estocolmo.

Esas declaraciones, tildadas de «injerencia» en asuntos internos, fueron el argumento esgrimido por Riad para bloquear el lunes la intervención en una reunión de la Liga Árabe de Wallström, invitada de honor después de que Suecia reconociera hace unos meses al Estado palestino. En ese discurso Wallström planeaba reclamar una reforma de los derechos de las mujeres.

Tras el bloqueo, Suecia anunció el martes la suspensión de un acuerdo de cooperación militar con Arabia Saudí que estaba pendiente de renovación. La reacción de Riad fue retirar a su embajador en Estocolmo. Solo el año pasado, el acuerdo, que consistía en la compra por parte de los saudís de material militar sueco, permitió a las arcas suecas ingresar unos 39 millones de euros.

PRIMER IMPORTADOR DE ARMAS / Ambos países han desligado el conflicto del acuerdo militar, aunque según reveló ayer el periódico Svenska Dagbladet, la embajada sueca en Riad ya había informado la semana pasada a las autoridades saudís de que no se iba a renovar. El régimen saudí es el primer importador de armas del mundo y, junto a sus grandes reservas de crudo, lo convierte en un aliado intocable para Occidente.

El acuerdo con los saudís ha sido una fuente de polémica en los últimos años en Suecia, sobre todo desde que se conoció que la Agencia de Investigación de Defensa sueca había creado en secreto una empresa fachada para ayudar a la construcción de una fábrica de armas en Arabia Saudí. Esa revelación provocó la dimisión en el 2008 del entonces ministro de Defensa de Suecia, el conservador Sten Tolgfors.

El actual Gobierno rojiverde del socialdemócrata Stefan Löfven había insinuado hace semanas que renovaría el acuerdo, que vencía en mayo, pero cambiando algunos aspectos, una posición que chocaba con la de sus aliados ecologistas, partidarios de la suspensión, y que amenazaba la estabilidad de un Ejecutivo en minoría.

Una treintena de altos ejecutivos de grandes empresas suecas como H&M, Volvo o Ericsson apoyaron la semana pasada en un artículo en el liberal Dagens Nyheter la renovación del acuerdo, apelando al efecto negativo que podría tener en las relaciones comerciales con Arabia Saudí, principal socio de Suecia en Oriente Próximo.