GUERRA CIVIL

El régimen sirio y los rebeldes se acusan mutuamente de usar armas químicas

El ataque en la provincia de Alepo ha causado al menos 25 muertos

Una víctima del ataque recibe asistencia médica.

Una víctima del ataque recibe asistencia médica.

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El régimen sirio y los insurgentes se acusan mutuamente este martes de haber utilizado armas químicas en un bombardeo en la localidad de Jan al Asal, en la provincia de Alepo. Unos y otros niegan tener ninguna responsabilidad en el ataque, que causó al menos 25 muertos y decenas de heridos.

La agencia oficial siria Sana facilitó la primera información y responsabilizó a la insurgencia. El Ministerio de Exteriores de Rusia, país aliado del presidente Bashar el Asad, se ha sumado a dicha acusación. Los rebeldes lo niegan categóricamente y responsabilizan al régimen.

En un comunicado, el opositor Ejército Libre Sirio (ELS) ha afirmado que el bombardeo provocó síntomas de asfixia e intoxicación a decenas de civiles. Jan al Asal se encuentra bajo control de los rebeldes y, según los insurgentes, el ataque afectó a soldados del ELS desplegados en la zona. Según el ELS  no es la primera vez que las fuerzas gubernamentales utilizan armas químicas.

La confusión internacional es considerable. Los rebeldes aseguran no disponer de armas químicas. El enviado de la ONU, el británico Mark Lyall Grant, ha afirmado que "las informaciones no han podido ser verificadas". EEUU también ha afirmado, a través del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, que Washington está "examinando las alegaciones de uso de armas químicas" y las está "evaluando".