POLÉMICA EN FRANCIA

Sarkozy vuelve a tropezar con la justicia tras su victoria electoral

EVA CANTÓN / PARÍS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En el camino hacia el Elíseo que Nicolas Sarkozy parece haber iniciado con su victoria en las elecciones departamentales del pasado domingo, el expresidente francés vuelve a toparse con la justicia. El miércoles, tras declarar cinco horas en la sección financiera del Tribunal de París, los jueces decidieron asignarle el estatus de testigo asistido en el dosier que investiga por qué Sarkozy no pagó de su bolsillo, sino de los fondos de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), la multa impuesta tras haber superado el límite legal de gastos en la campaña del 2012. No está imputado, como la extesorera del partido, Catherine Vautrin, o su expresidente, Jean-François Copé, pero tampoco es un testigo más.

En el verano del 2013, el Consejo constitucional rechazó las cuentas de campaña presentadas por la formación conservadora porque se había superado en cerca de 400.000 euros el techo de gasto permitido. Sarkozy tenía que devolver esa cantidad y pagar una multa, pero en realidad fue la UMP quien envió al Tesoro Público un cheque y pidió a sus militantes y simpatizantes rascarse el bolsillo organizando una suerte de colecta bautizada como 'Sarkothon'.

El calendario judicial de Sarkozy tiene también consecuencias en una UMP en plena metamorfosis, donde las divisiones internas solo han sido anestesiadas por la reciente victoria electoral. El miércoles, Alain Juppé, alcalde de Burdeos y principal rival de Sarkozy en las primarias que el partido celebrará para elegir a su candidato presidencial de cara al 2017, se limitó a decir que confiaba en que «prevaleciera el derecho».

INTERROGATORIO

Azar o no del calendario, el miércoles tres próximos colaboradores del expresidente, todos ellos miembros de su equipo de campaña en el 2012, eran interrogados al mismo tiempo en la Oficina Anticorrupción por su presunta implicación en otro asunto aún más turbio: el 'caso Bygmalion', un sistema de falsas facturas para asignar de manera fraudulenta 18 millones de euros a la campaña de Sarkozy.

La investigación de esta trama ha entrado en su fase más política y los jueces se centran en averiguar quién sabía qué en el grupo de colaboradores del expresidente. Es aquí donde el cerco judicial más se estrecha en torno a Sarkozy.