Pius Alibek: "EEUU nunca ha protegido a las minorías de Irak"

Pius Alibek (Ainkawa, 1955) nació y creció en las afueras de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí. Descendiente de una familia asirio-cristiana, habla arameo (su lengua materna), kurdo y árabe con fluidez.

-¿Qué siente ante esta nueva crisis en Irak?

-Para mí no hay ninguna novedad: es la prolongación de un proyecto diseñado para Irak desde hace tiempo, que pasa por la destrucción de su infraestructura básica y sobre todo de su población. Bush y Al-

bright lo dejaron claro en su día al decir que harían retroceder a Irak mil años atrás. Se trata de eliminar cualquier proyecto político que no sea el islamismo radical, incluido el de la comunidad cristiana, muy activa políticamente.

-Nunca hasta ahora había habido una persecución tan atroz de los cristianos.

-La eliminación de la presencia cristiana en Irak empezó paulatinamente, pero se aceleró con la invasión de Irak. Las fuerzas de EEUU animaron esta situación. Incentivaron una confrontación étnico-religiosa que no existía y permitieron la persecución directa de cristianos y otras minorías. La persecución ha sido gradual, y mientras no era ruidosa Occidente ha mirado hacia otro lado.

-EEUU y sus aliados dicen intervenir para proteger a esas minorías.

-Esta operación es una gran mentira. Nunca han querido proteger a las minorías de Irak. Si hubiesen querido, lo habrían hecho antes. Cuando el Estado Islámico (EI) apareció de la nada y ocupó Mosul, la segunda ciudad de Irak, el Ejército iraquí se retiró abandonando todo su armamento, de fabricación estadounidense, ante los ojos de kurdos y americanos. Los kurdos forman parte de este proyecto. En su territorio dicen ser abiertos y respetuosos, pero la historia demuestra lo contrario.

-¿Cuántos cristianos quedan hoy en Irak?

-Nadie lo sabe con certeza. Antes del 2003 había un millón y medio; hace un año, 250.000. Prácticamente todos son caldeo-asirios, población autóctona de la antigua Mesopotamia que se adhirió al cristianismo en el siglo I.

-¿El avance del EI puede ser irreversible?

-No, ha sido resultado de una planificación. Su presencia es necesaria para redibujar el mapa de la zona, para establecer las fronteras definitivas del Kurdistán, un área de influencia suní leal a Turquía y Arabia Saudí, y otra chií leal a Irán. Se quieren crear tres zonas, quizá tres estados, con lealtades hacia las fuerzas exteriores. Con el EI se aplica aquello tan antiguo de 'si no quieres lo malo, te vendrá lo peor'. Ahora que ha llegado lo peor, quizá todos aceptarán el mal menor.

-¿Qué pasará si Erbil cae en manos yihadistas?

-No creo que pase, no estamos ante un Ejército superpotente. Se trata de cuatro salvajes armados, llegados de todas partes del mundo, con armamento moderno facilitado por algunas potencias y a quienes se ha dejado vía libre. Hasta ahora no han topado con ninguna fuerza regular que les haya hecho frente. El Ejército kurdo solo ha intentado proteger sus fronteras. Si quisieran derrotarles, con una campaña militar de tres días los aniquilarían.

-¿Confía en la ayuda humanitaria de EEUU y otros países occidentales?

--Otra gran mentira. Un país capaz de enviar 350.000 soldados para derrocar a un dictador, ¿no puede hacer nada para frenar al EI? Los crímenes de Sadam Husein en 20 años no son nada comparados con las atrocidades del EI contra la población civil. Ahora Obama dice que rescatará a los yazidís, ordena unos bombardeos y luego los abandona. Respeto a cualquier ciudadano que quiera creer que Occidente intenta ayudar y no puede hacer más, pero  si quiere tener la conciencia tranquila debería cuestionarse la política occidental en Irak.