Elecciones municipales en Francia

Perpinyà da alas a Le Pen

Campaña electoral 8 Carteles con los dos candidatos en liza para la segunda vuelta en Perpinyà.

Campaña electoral 8 Carteles con los dos candidatos en liza para la segunda vuelta en Perpinyà.

FERRAN COSCULLUELA
PERPINYÀ

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Lo primero que uno piensa cuando llega al cuartel general del Frente Nacional (FN) en Perpinyà es que se ha equivocado de dirección. Se trata de una pequeña vivienda de planta baja en la que no hay ningún logotipo o cartel del partido. Un anonimato roto por una pequeña tira plástica en el buzón (rotulada con Dymo) en la que figura el apellido del candidato, Aliot. Al franquear la puerta, el visitante se encuentra con una cocina en la que trajinan una mujer y un hombre con el pelo cortado a cepillo. Ante el desconcierto del recién llegado, los habitantes del inmueble le sacan de dudas: «Sí, es aquí. Esta es la sede del FN. Pase, pase».

En la mesa de la pequeña cocina, dos militantes con cara de pocos amigos saludan con desgana al intruso. La secretaria del partido en la región, Marie-Thérèse Costa-Fesenbeck, le hace pasar a una pequeña habitación con atmósfera de santuario político, poblada de banderas tricolor y pósters con las efigies de los Le Pen, que desde la pared acorchada asisten impasibles a la breve entrevista.

Así es la sede y la escenografía del partido que en los últimos días ha hecho temblar los cimientos de la sociedad civil de Perpinyà, después de que Louis Aliot, líder y candidato local de la formación de ultraderecha, se haya impuesto en la primera vuelta de las municipales, con un 34% de los votos, al actual alcalde y candidato de centro derecha Jean-Marc Pujol (UMP), que obtuvo el 30,67% de los sufragios.

Frente antiultra

Un vuelco electoral que ha movilizado a los partidos de izquierda y a grupos de artistas e intelectuales de la Catalunya Nord, que reclaman la formación de un frente republicano común para cortar el paso al candidato ultra. Una petición que ha sido secundada por el socialista Jacques Cresta quien, a pesar de haber superado la primera vuelta, ha renunciado a concurrir en los comicios de mañana con el fin de que sus partidarios faciliten la victoria de Pujol o, mejor dicho, la derrota de Aliot.

«Hay muchos jóvenes que se están sumando al FN y que les están votando, lo que era impensable hace unos años. Es un voto visceral, movido por un deseo de cambio y por un sentimiento de miedo a la crisis, a la inmigración, al incivismo. También hay una parte de autoafirmación como ciudadanos franceses, porque nuestro país hace tiempo que carece de un proyecto claro», explica la abogada Annabelle Brunet, concejala, número 26 en la lista del actual alcalde y vicepresidenta del organismo regional Communauté d'Agglomération Perpignan-Méditerranée.

La capital del departamento de los Pirineos Orientales es una de las ciudades que sobrepasa con creces la tasa media de paro de Francia, situada en torno al 11%, y que, además, posee uno de los PIB más bajos del país. Una ciudad de 120.000 habitantes que ya en las elecciones municipales de 1995 fue de las primeras capitales de Francia que se dejó seducir por los cantos de sirena del partido de Le Pen, cuando en la primera vuelta dejó en segunda posición al candidato Jean Louis de Noell

con el 36% de los votos. Un hecho hasta entonces sin precedentes y que ahora vuelve a ser recordado.

«El apoyo al FN obedece a un cóctel en el que se entremezcla la actual parálisis social, con ayuntamientos endeudados (casi 4.000 euros por habitante en Perpinyà) que no son capaces de solucionar los problemas de la gente. Pero aquí la inmigración no es un problema, porque a pesar de que hay muchas familias de origen marroquí o argelino, todos son ya franceses. Y de los 12.000 gitanos que se calcula que hay en Perpinyà, la mayoría de ellos, unos 5.000, votan al Frente Nacional», afirmaJordi Vera, presidente de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) en la Catalunya Nord, una formación catalanista que bajo la candidatura Jeunes Engagés (Jóvenes motivados) ha conseguido el 2,81% de los sufragios en la capital.

Patriotas, no extremistas

A la sensación de olvido que tiene esta región perdida en la periferia hay que sumar el voto de castigo al socialista François Hollande y al todavía recordado Nicolas Sarkozy (UMP) y la falta de carisma del actual alcade Jean-Marc Pujol(UMP), que accedió al poder de prestado, después de que su antecesor, Jean Paul Alduy, dejara el cargo para asumir la presidencia de la Agglomération.

Unos cambalaches políticos que han sido instrumentalizados por el FN en su crítica a los partidos tradicionales. «No somos extremistas. Nos han querido clasificar a la derecha de la derecha y llevarnos al ostracismo. Nosotros somos patriotas y queremos que Francia recupere su lugar en el mundo», asegura la secretaria del partido.