Condenado a prisión un bloguero griego por "blasfemo"

Un tribunal condena a 10 meses de cárcel a un joven de 27 años que creó un falso perfil de Facebook sobre un monje ortodoxo conocido por sus profecías y que falleció en 1994

El padre Mathew, con el monasterio ortodoxo de Vatopedi, en el Monte Athos de Grecia, de fondo.

El padre Mathew, con el monasterio ortodoxo de Vatopedi, en el Monte Athos de Grecia, de fondo. / periodico

ANDRÉS MOURENZA / Atenas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La poderosa Iglesia ortodoxa ha vuelto a ganar una batalla al laicismo y a la libertad de expresión en Grecia: un tribunal de Atenas ha condenado a una pena de 10 meses de prisión a un joven griego por "insultos a la religión" y "blasfemia maliciosa".

El delito del bloguero heleno, de 27 años y de nombre Filippos Loizos, es haber creado un falso perfil de Facebook en el que jugaba con el nombre de "Viejo Paisios" --un monje venerado en el mundo ortodoxo--  y lo rebautizaba como "Viejo Pastitsio" (un plato similar a la lasaña). En las fotos del perfil había fotomontajes de Paisios en los que la cara era sustituida por pedazos de esta delicia culinaria griega y comparaciones con el Pastafarismo, la religión satírica creada en Estados Unidos para denunciar los excesos de los creacionistas cristianos.

La pena de cárcel ha sido impuesta "en suspenso", es decir, que Loizos no deberá cumplirla a menos que incurra en otros delitos en los próximos tres años, a pesar de lo cual tiene intención de recurrirla. "La decisión del tribunal es lamentable, aunque la respetamos", ha declarado este jueves, al término del juicio el abogado defensor, Yorgos Kleftodimos, para quien los hechos que se imputan a su cliente "no constituyen objetivamente una blasfemia", delito tipificado en el Código Penal de Grecia y que castiga con hasta dos años de cárcel las "ofensas a Dios, a la religión y a la Iglesia ortodoxa de Cristo". Para Kleftodimos no había blasfemia, pues el objetivo del bloguero no era burlarse del "venerado anciano", sino de aquellos que "explotan" los dichos de Paisios.

Venerado en el Monte Athos

Y es que Paisios, nacido en la Capadocia en 1924, es venerado por cientos de griegos y rusos que cada año acuden a su tumba en el Estado Monástico del Monte Athos, donde transcurrió la mayor parte de su vida como eremita, hasta su muerte en 1994. Cada año se venden decenas de miles de libros con sus dichos y predicciones, que algunos comparan a las de Nostradamus. Se dice de él que predijo la crisis actual y que los griegos, algún día, volverán a tomar el control de Estambul (o Constantinopla, como aún le llaman los griegos).

El 21 de septiembre del 2012, un equipo de la Unidad de Delitos Informáticos irrumpió en la vivienda del joven Loizos --en la isla de Evia--, lo detuvo y se incautó de su ordenador, tras lo que se borró el polémico perfil de Facebook. La fiscalía abrió entonces un proceso judicial contra él. "Habíamos recibido miles de quejas procedentes de todo el mundo. Ya sabe que este tema religioso es muy sensible", explicó entonces a este diario una fuente de dicha unidad policial.

Denuncia de Amanecer Dorado

Pero a nadie escapa el desarrollo de los hechos: cuatro días antes de la detención, un diputado del partido neonazi Amanecer DoradoJristos Pappas (ahora en prisión e imputado por hechos criminales), había denunciado en el parlamento el "intento de humillación de la sacra figura del Viejo Paisios". "¿Tomará usted acciones para que se persiga este delito y se elimine inmediatamente este perfil de internet o tolerará esta vergonzosa mofa del Viejo Paisios, tal y como tolera la existencia de sitios antiautoritarios como Indymedia.org?", inquirió al ministro de Orden Público.

La sentencia ha sido acogida con grandes críticas por parte de la principal fuerza de la oposición griega, la izquierdista Syriza, que la considera "una victoria del oscurantismo y la ultraderecha". Amnistía Internacional ya mostró su preocupación por un caso que considera un ataque a la libertad de expresión y en internet se inició una recogida de firmas a favor de la retirada de las leyes sobre la blasfemia.