COMPARECENCIA EN LA CASA BLANCA

Obama promete intentar de nuevo cerrar Guantánamo

El presidente de EEUU insiste en la «prudencia» antes de intervenir en Siria

Barack Obama, a su llegada, ayer, a la rueda de prensa.

Barack Obama, a su llegada, ayer, a la rueda de prensa.

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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Con 100 de los 166 presos en huelga de hambre y un equipo reforzado de médicos encargados de supervisar la alimentación forzosa de dos decenas de los reos, Guantánamo vuelve a dejar a Estados Unidos en un pésimo lugar en términos de derecho internacional y humanitario. En ese escenario, Barack Obama ha renovado el compromiso que hizo cuando era candidato de intentar cerrar una prisión que ayer definió como «innecesaria, cara, ineficiente y dañina, que merma la cooperación con los aliados y es herramienta de reclutamiento para terroristas».

«Necesita cerrarse», dijo en una rueda de prensa en la que prometió «volver al tema», «examinar administrativamente todas las opciones» e involucrarse de nuevo con el Congreso, a cuya falta de cooperación acusa de haber impedido el cierre.

Aunque Obama defendió la alimentación forzosa que activistas de derechos humanos equiparan a tortura («no quiero que mueran», dijo), usó sus palabras más contundentes de los últimos años contra la prisión, que definió como «un problema persistente que va a empeorar». Y pese a mostrarse comprensivo con la reacción de los estadounidenses tras el 11-S que permitió crear una instalación «especial», defendió la capacidad del sistema de justicia ordinario para lidiar con terroristas.

Lo hizo 15 días después del regreso del terrorismo a EEUU con el atentado en el maratón de Boston. Y ayer Obama defendió la actuación antes del ataque del FBI (que investigó en el 2011 a uno de los supuestos autores y no encontró nada sospechoso), aunque prometió también estudiar posibles mejoras en procedimientos de seguridad para detectar «individuos radicales en EEUU».

TODAS LAS PRUEBAS / Obama usó la cautela para explicar por qué no ha dado ningún paso en Siria, incluso cuando sus servicios de espionaje han dicho tener pruebas del uso de armas químicas, algo que él marcó como una «línea roja». «Necesito asegurarme de que tenemos todos los datos», dijo tras afirmar que EEUU no tiene certeza aún de cuándo y cómo se usaron ni quién lo hizo.

«Es importante hacer esto de forma prudente. Si nos precipitamos a un juicio sin pruebas contundentes y efectivas, quizá no podamos movilizar a la comunidad internacional», aseguró. Junto a las dudas sobre la oposición siria, el fantasma de Irak sobrevuela Washington.