Obama alerta contra los populismos en su despedida de las Naciones Unidas

Tras casi ocho años en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se prepara para ver el mundo desde otra perspectiva, una donde sus decisiones ya no marcarán vidas. Empieza a mirarlo ya, de hecho, con una visión histórica de logros y fallos que deja tras sus dos mandatos. Pero no quiere marcharse sin intentar marcar un camino de futuro, tanto para EEUU como para la comunidad global. Y este martes, en su último discurso como presidente ante la Asamblea General de la ONU, en la enésima muestra de sus talentos retóricos, Obama ha hablado a esos dos públicos, el mundo y su país, con un mismo mensaje: el que alerta de los peligros de una sociedad dividida e intolerante que crecen alimentados por una comprensible sensación de injusticia económica, por cambios políticos y sociales y por líderes que manipulan.

Ha sido imposible no encontrar en el discurso al Obama volcado en la campaña electoral para intentar que le de el relevo Hillary Clinton y no Donald Trump, e imposible también no identificar sus críticas al candidato republicano, aunque no lo haya mencionado nunca por nombre. Porque no cabe duda de a quién se ha referido al criticar a quienes usan “ideología y no hechos”, o cuando ha asegurado que “hoy una nación rodeada por muros solo se encarcelaría a sí misma”.

FUNDAMENTALISMO RELIGIOSO

Su mensaje, no obstante, ha tenido una diana más ambiciosa. Porque sabe que Trump no es ni mucho menos un fenómeno aislado. Identifica “en países ricos y pobres” una ola de “fundamentalismo religioso, nacionalismo agresivo y vulgar populismo, a veces de extrema izquierda pero más a menudo de la extrema derecha”. Y está convencido de que esas son visiones que “no se pueden despreciar, porque reflejan la insatisfacción entre muchos ciudadanos del mundo”.

Su propuesta frente a esa realidad peligrosa es mantener el camino de la integración global, que ha defendido ardientemente, pero con una “corrección de rumbo”. Porque ha defendido ardientemente el sistema, pero reconociendo que ha dejado a mucha gente atrás, alimentando “incertidumbre, ansiedad y conflicto”. Por eso quizá ha aparecido el Obama con mensaje indignado, el que denuncia los ocho billones de dólares que se refugian en paraísos fiscales, o el que asume que “un mundo en que el 1% de la humanidad controla tanta riqueza como el otro 99% nunca será estable”.

LOGROS Y FRACASOS

Obama ha podido celebrar logros como el pacto contra el cambio climático o el acuerdo con Irán que le acerca su meta de la no proliferación nuclear, pero se marcha con un mundo muy lejos del que visualizó hace ocho años. Su meta de un acuerdo entre palestinos e israelís sigue tan lejos como entonces. Siria se ha sumado al mapa del horror, Corea del Norte mantiene viva la sombra atómica y el mundo enfrenta la “amenaza medieval sin sentido” que es como ha definido al Estado Islámico. Además, Obama deja al mundo enfrentado a los instintos de esa Rusia que, según ha criticado, “intenta recuperar gloria perdida recurriendo a la fuerza”.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Ayuda para los refugiados","text":"En su discurso ante la Asamblea General, Obama pas\u00f3 de puntillas por la crisis de Siria, recordando solo que \u201cno hay una victoria militar que ganar\u201d y que el camino pasa por \u201cel duro trabajo de la diplomacia\u201d. Ese conflicto, no obstante, fue parte central de la cumbre que organiz\u00f3 el presidente de EEUU para abordar la \u201ccrisis de proporciones \u00e9picas\u201d de refugiados, en la que logr\u00f3 compromisos econ\u00f3micos concretos de m\u00e1s de 650 millones de d\u00f3lares (m\u00e1s de 580 millones de euros)\u00a0tanto de algunos gobiernos como de empresas privadas. En esa cumbre, Obama tambi\u00e9n hizo campa\u00f1a dom\u00e9stica y denunci\u00f3 que con su propuesta de crear un test ideol\u00f3gico antes de aceptar refugiados o inmigrantes en EEUU, Trump ha alimentado la \u201cfea mentira\u201d de que naciones como Estados Unidos\u00a0se oponen al islam."}}