PROYECTO EMBLEMÁTICO DE LA NUEVA ADMINISTRACIÓN

14 millones de estadounidenses perderían el seguro sanitario con 'Trumpcare'

El análisis de la Oficina de Presupuestos del Congreso arroja muchas dudas sobre la reforma sanitaria de los republicanos

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Catorce millones de estadounidenses perderían la cobertura sanitaria en el plazo de un año si se aprueba el plan que barajan los republicanos para reemplazar a la reforma sanitaria de Barack Obama. Ese es uno de los datos que arroja el informe de la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO), el organismo oficial que ha calculado los costes y el alcance de la legislación introducida hace una semana por los conservadores en el Capitolio. El impacto de la reforma es todavía más aterrador si se contempla su potencial evolución en el plazo de una década. De los 28 millones de ciudadanos que no tenían seguro el año pasado se pasaría a 52 millones en el 2026. Durante la pasada campaña, Donald Trump prometió reformar la sanidad para que “todo el mundo esté asegurado”.

Muchas vueltas le van a tener que dar los republicanos a su reforma si quieren alcanzar los objetivos del presidente, pero hasta ahora han demostrado una nula voluntad para enmendar su propuesta. El proyecto de ley introducido hace una semana avanza como una apisonadora por la Cámara baja pese a la oposición en bloque del Partido Demócrata y el rechazo significativo de algunos conservadores. Todos los actores de la más lucrativa de las industrias estadounidenses parecen estar en contra de la reforma. Desde los hospitales, a los médicos o las aseguradoras. Nada de eso ha impedido, sin embargo, que el proyecto se esté tramitando por la vía rápida.

COSTE SUPERIOR

El informe de la CBO sostiene también que el coste de las pólizas aumentaría entre un 15% y un 20% en el año posterior a la aprobación de la reforma y, en el 2026, sería un 10% inferior de media a los costes actuales. Los jóvenes pagarían “sustancialmente” menos que los mayores. Una de las grandes diferencias entre ‘Obamacare’ y ‘Trumpcare’ es que la primera ofrece subsidios públicos en función de los ingresos de los ciudadanos, para que los pobres y las clases medias tengan acceso asequible a la salud. La reforma republicana pretende eliminar ese criterio para que la cuantía de las ayudas públicas dependa de la edad.  

Ante el varapalo expresado por la CBO, la Casa Blanca reaccionó restando credibilidad a su análisis. El secretario de Salud, Tom Price, dijo que la auditoría no ha evaluado la ley de forma integral. “Estamos profundamente en desacuerdo con la Oficina de Presupuestos del Congreso”, afirmó Price. “Nuestra reforma sanitaria cubrirá a más individuos y rebajará los precios de las pólizas”, añadió.

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