GUERRA EN SIRIA

Los yihadistas 'solo' destruirán las estatuas de Palmira

Imagen difundida por el EI con su bandera negra ondeando en lo alto del anfiteatro romano de Palmira, este jueves.

Imagen difundida por el EI con su bandera negra ondeando en lo alto del anfiteatro romano de Palmira, este jueves.

JAVIER TRIANA / ESTAMBUL

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Más de una semana después de la toma de la milenaria ciudad siria de Palmira por miembros del Estado Islámico (EI), sus imponentes columnas continúan en pie. Y seguirán así de ser los yihadistas fieles a su palabra. Eso sí, no correrán la misma suerte las estatuas. «Conservaremos la ciudad histórica y no sufrirá daños, Dios mediante», dijo el comandante del EI en Palmira Abu Laith al-Saoudy a la emisora opositora del régimen sirio Alwan FM. «Lo que haremos será pulverizar los ídolos a los que los infieles adoraban», añadió. «Pero en lo que respecta a los monumentos, no los tocaremos con nuestras excavadoras, como algunos piensan».

Un vídeo difundido el pasado martes por los fundamentalistas mostraba las ruinas romanas intactas, y sobre ellas ondeaba la bandera negra marca del grupo fanático. Una serie de diez fotografías publicada este jueves daba la misma imagen. Además, activistas citados por la agencia de noticias Reuters y residentes en la ciudad (llamada Tadmur en árabe) corroboraron que el sitio arqueológico, incluido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980, no había sufrido daños. La agencia cultural de la ONU y buena parte de la comunidad internacional temía que los restos de Palmira sucumbieran a los mazos y los taladros del EI, como sucedió en meses previos en otras ciudades de la vecina Irak, como Nimrod.

ASESINADOS A TIROS

No obstante, las ruinas fueron el escenario de una ejecución masiva en la tarde del miércoles: en su página web, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR, en su acrónimo inglés) informó de que los radicales islámicos reunieron en el teatro romano de Palmira a un grupo de veinte personas, a los que acusaron de ser «chiís alauís de las fuerzas del régimen [del presidente sirio, Bashar el Asad] y de milicias aliadas», tras lo que fueron asesinados a tiros. Según el SOHR, otras 600 personas permanecen cautivas bajo sospecha de ser «agentes del régimen», mientras que el número de ejecutados por el EI en Siria desde el pasado día 16 se eleva al menos a 237.

No es la única masacre reciente de la que se tiene constancia por parte de los yihadistas. En Irak, las autoridades hallaron este jueves hasta 470 cuerpos en cuatro fosas comunes alrededor de la ciudad de Tikrit, arrebatada entre marzo y abril al Estado Islámico. Todavía pendientes de la autopsia de los cuerpos, el Gobierno de Bagdad sospecha que se trate de jóvenes soldados chiís destinados al Campamento Speicher, que fue asaltado por el EI en junio del año pasado.