CUMBRE ANUAL DE LOS PAÍSES MÁS PODEROSOS

Los líderes del G-7 mueven ficha contra el cambio climático

Angela Merkel y Barack Obama (en primer término), en la foto de familia tras los dos días de reunión del G-7 en Baviera.

Angela Merkel y Barack Obama (en primer término), en la foto de familia tras los dos días de reunión del G-7 en Baviera.

FERRAN PORTA / BERLÍN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Amenazas de más sanciones a Rusia, buenos propósitos en el ámbito de la lucha contra el terrorismo islamista y compromisos en el cambio climático, un éxito de Angela Merkel, cierran la cumbre del G-7.

RUSIA

El G-7 amenaza con sanciones más duras

A pesar de haber sido excluido del encuentro, el presidente ruso, Vladimir Putin, fue el gran protagonista durante la primera jornada, el domingo, de la cumbre del G-7. Ayer, en la segunda y última ronda de la reunión, el espíritu del mandatario ruso ha vuelto a sobrevolar los Alpes bávaros. Las advertencias sobre un posible endurecimiento de las sanciones a Rusia, hechas el día anterior por diversos gobernantes europeos y por el presidente de EEUU, Barack Obama, fueron reafirmadas por la cancillera alemana, Angela Merkel, al confirmar la posibilidad de «nuevas sanciones contra Rusia, si son necesarias». Eso sí, quiso rebajar el tono al asegurar que «no es lo que queremos», y destacar que el interés de los países del G-7 es avanzar en el marco del proceso político acordado en Minsk en febrero.

CAMBIO CLIMÁTICO

Compromiso contra el calentamiento global

Quienes también planearon sobre Elmau fueron los activistas de Greenpeace. Su aparición tuvo lugar en forma de mensaje proyectado con láser sobre las rocosas paredes alpinas: «G-7: 100% energías renovables», rezaba el etéreo rótulo. Aunque dada la hora de su proyección -las 4 de la mañana- es bastante improbable que ninguno de los mandatarios del G-7 lo viera, el cambio climático estuvo sobre la mesa, como estaba previsto. La cancillera alemana informó meses atrás que el encuentro trataría el asunto con la vista puesta en la Cumbre del Clima, que el próximo mes de diciembre, en París, debe acordar medidas efectivas. El resultado conseguido en esta área es quizás el mayor éxito de la cumbre. Por lo menos sobre el papel. El compromiso alcanzado por los siete políticos gira en torno al objetivo de la «descarbonización» de la industria, es decir, la reducción hasta el límite de su dependencia del carbón. Esta sería la vía a través de la cual conseguir posteriormente logros como el control de la temperatura en el proceso de calentamiento global. Merkel anunció que se tomarán medidas para que el calentamiento global no sobrepase los dos grados centígrados con respecto a los valores preindustriales. Para alcanzar este objetivo es imprescindible el papel de los países con menos recursos, en los que se prevé inyectar a partir del 2020 hasta 100.000 millones de dólares para financiar proyectos de energías renovables.

TERRORISMO

Sin estrategia contra el Estado Islámico

La amenaza que representan organizaciones terroristas como Estado Islámico o Boko Haram fue abordada por los representantes del G-7 conjuntamente con los presidentes de Nigeria, Túnez e Irak. Durante la reunión se constató la importancia de conseguir que Libia estabilice sus instituciones, de modo que el país africano pueda contribuir a terminar con las organizaciones terroristas. En este sentido, los siete países más poderosos están dispuestos a trabajar para «liberar el país de redes criminales». El presidente Obama indicó que EEUU «no tiene aún una estrategia completa» para ayudar a Irak a recuperar su parte de territorio en manos del Estado Islámico. El Pentágono, precisó, estudia las maneras de equipar y entrenar a las fuerzas iraquís.

SANIDAD

Intensificar la lucha contras las epidemias

A raíz del brote de ébola del año pasado en África, los líderes del G-7 acordaron intensificar la lucha contra las epidemias mediante el desarrollo de mecanismos de coordinación internacionales. El apoyo será de cinco años y abarcará a 60 países, incluidos los Estados del África Occidental, para que sus sistemas sanitarios estén preparados para evitar futuros brotes epidémicos.