Los griegos deciden en medio de la fuerte presión del corralito

Una dependienta limpia la entrada de una tienda de ropa ubicada en una céntrica calle de Atenas.

Una dependienta limpia la entrada de una tienda de ropa ubicada en una céntrica calle de Atenas.

CLARA PALMA HERMANN / ATENAS

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«¿Cambia usted de opinión fácilmente?» Debajo, en la casilla del , una cruz. En la del no, otra. Ambas borradas y trazadas de nuevo varias veces. Un conocido dibujante griego pretendía con esta viñeta lanzar un dardo contra el Gobierno, pero muchos de sus conciudadanos se identifican de hecho con la pregunta. «Ayer tenía pensado votar que , pero hoy me he decidido por el no», explicaba Marios. Cree que quizá esta última opción cause más inestabilidad a corto plazo, pero la considera la única manera de «solucionar las cosas de manera definitiva». «Para nosotros quizá suponga un sacrificio, pero por lo menos nuestros hijos estarán libres del problema de la deuda». argumenta. Aún así, Marios, que lleva con su hermano un pequeño negocio, sigue con inquietud la deriva de la economía. «Quién sabe, quizás mañana cambio de opinión», añade.

Tras una semana con los bancos cerrados, los griegos se enfrentan hoy ante las urnas a tres opciones: la casilla del y del no y la papeleta del voto en blanco. Según las encuestas, el control de capitales no pasa desapercibido: los primeros sondeos daban la ventaja al no, mientras que los publicados el viernes arrojaban un empate técnico con una leve ventaja del . Pero la mayoría de quienes guardan turno ante los cajeros no culpan del corralito al Ejecutivo sino a «los europeos», como se conoce coloquialmente a las instituciones. Pero la imagen de las colas y, sobre todo, la incertidumbre de lo que ocurrirá al día siguiente, han convencido a muchos de que, como decía el viernes un orador en el mítin central del , «los experimentos son peligrosos».

Tras el goteo de retiradas de 60 en 60 euros, incluso han llegado a escasear los billetes de 20. A una semana de que el Banco Central Europeo decidiera congelar la Asistencia de Liquidez Europea -que ha permitido durante meses la supervivencia de la banca griega-, el sistema está al límite. Según algunos, incluso al borde del colapso.

El diario Financial Times publicaba ayer que existían planes de contingencia para una posible quita de los depósitos; hasta un 30% de las cuentas con más de 8.000 euros. La Autoridad Bancaria lo desmintió de inmediato. «Dudo mucho que ningún ente público a nivel europeo o de Estado miembro pudiera considerar esta opción, que va en contra de la ley comunitaria», señalaba un representante, recordando que esta legislación protege a los pequeños depositantes.

Rumor malicioso

El propio ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, calificó la noticia de «rumor malicioso» a través de su cuenta de Twitter. En los últimos días ha reiterado que se trata de un problema de liquidez -responsabilidad del Eurogrupo- y no de solvencia.

Pero la falta de liquidez tampoco constituye un problema menor. Ayer, fuentes bancarias advertían de que solo contaban en estos momentos con 1.000 millones de euros, suficientes para el fin de semana y «quizá para el lunes». Ese día está previsto que se vuelva a poner en marcha la maquinaria para que las sucursales abran el martes con normalidad. Varoufakis insiste en que para entonces habrá un acuerdo sobre la mesa y el Banco Central Europeo (BCE) volverá a inyectar fondos. «Lo habrá independientemente de que una mayoría vote sí no en el referéndum», declaró ayer a un diario alemán. «No escuchéis a los que dicen que la propuesta [que se vota] no está sobre la mesa. Claro que lo está, porque es lo que ellos quieren», añadió. Pero para su homólogo alemán no está tan claro.

Salida temporal

El ministro de Finanzas alemánWolfgang Schäuble, incluso aludió a una posible «salida temporal del euro» para Grecia.

La campaña ha inundado todos los rincones de la sociedad griega. No hay apenas institución, asociación o club que no haya tomado partido a favor del  o del no. Pero los medios de comunicación son el principal prisma por el que se ha filtrado el factor del control de capitales. Mientras que el diario afín a Syriza obviaba en ocasiones muchas de las dificultades que se han vivido esta semana, casi todos los demás se alineaban con el . Los principales grupos mediáticos a -próximos a la oposición- ponían énfasis en las penurias y en muchos casos difundían rumores sin contrastar. Con estas dos visiones contrapuestas están llamados hoy a votar los griegos: el no como no a la austeridad, o como no al euro.