Los correos entre el general Allen y la amiga de Petraeus eran como "un teléfono erótico", según la Fox

El escándalo en que se han visto implicados los generalesDavid Petraeus, exjefe de la CIA, yJohn Allen, comandante de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, por sus respectivasrelaciones extraconyugales genera a diario noticias de nuevos detalles. Según ha explicado la conservadora cadena Fox citando a fuentes conocedoras del caso, loscorreos electrónicos entre Allen y la amiga de la familia Petraeus,Jill Kelley --entre 20.000 y 30.000 según los investigadores-- eran como un "teléfono erótico".

Allen, de 58 años, está siendo investigado por supuestas "comunicaciones inapropiadas" con Jill Kelley, lamujer amenazada por la amante de Petraeus, Paula Broadwell. Las fuentes citadas por la Fox aseguran que esos correos eran más que simples "flirteos" con la mujer, conocida en los círculos militares de Tampa (Florida) donde reside, y los compararon con un "teléfono erótico" por su contenido sexual explícito.

El escándalo que comenzó con la dimisión de Petraeus al frente de la CIA tras reconocer que mantenía una relación fuera del matrimonio con su biógrafa, Paula Broadwell, ha salpicado esta semana a Allen, haciendo más complicada la trama. Kelley, amiga de la familia Petraeus y supuesta amante de Allen, denunció a un amigo delFBI que estaba recibiendo correos electrónicos amenazantes que resultaron provenir de Broadwell, supuestamente celosa, lo que llevó a descubrir el amorío de Petraeus.

Allen, casado y padre de dos hijas, iba a comparecer esta semana en el Congreso para su confirmación como comandante supremo aliado para Europa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero tras el escándalo su nombramiento ha quedado en suspenso.

Broadwell pierde privilegios

Por otra parte, Broadwell ha sido privada de sus privilegios de acceso a la información gubernamental mientras se investiga el escándalo. Según han explicado fuentes del Gobierno estadounidense a la cadena CNN, la mujer, militar en la reserva y biógrafa del general Petraeus, tenía cierto nivel de acceso a documentos oficiales.

Los investigadores han encontrado información clasificada en uno de los ordenadores de Broadwell, cuya casa en Charlotte (Carolina del Norte) ha sido registrada por los agentes, aunque no se ha determinado aún si esa información podía poner en riesgo la seguridad nacional.