VIOLENCIA EN ORIENTE PRÓXIMO

Los bombardeos matan a más de 100 palestinos en un solo día

Explosión en un barrio del este de Gaza, ayer.

Explosión en un barrio del este de Gaza, ayer.

ANA
ALBA

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Gaza fue ayer una pesadilla. Desde la noche del lunes, las bombas atacaron casi todos los rincones de la franja y se cobraron la vida de al menos 106 palestinos. El número de muertos en 22 días de ofensiva israelí es de 1.230; el de heridos, 6.700.

La franja se despertó humeante, con el horizonte turbio y el mar gris a causa de una noche de martilleo constante de explosiones. Muchos edificios heridos por las bombas o arrasados desprendían estelas de humo gris. Casi nadie durmió en la franja.

«Ha sido una de las peores noches. Varios vecinos de la zona han venido a refugiarse en mi casa porque las bombas caían sin parar», relató Amjad, que vive en Beit Lahia, en el norte de la franja, una de las áreas donde los vecinos recibieron avisos del Ejército israelí para evacuar.

Los mensajes se enviaron a unas 400.000 personas de Beit Lahia, Jabalia, barrios de Gaza ciudad y otras localidades y en ellos se les pedía que se refugiaran en el centro de Gaza ciudad, que ya está colapsado por los desplazados. «Hoy quiero volver a sacar a mi familia de Beit Lahia, pero ya no sé adónde ir. El centro de Gaza está lleno», dijo Amjad angustiado. Las escuelas de la ONU están a punto de estallar. Unas 215.000 personas se cobijan en ellas en condiciones duras, hacinadas.

MEZQUITAS Y GRANJAS / En los últimos bombardeos, se han atacado casas, descampados, mezquitas, granjas y centros de prensa como la televisión Al-Aqsa. El lugar donde se produjeron más víctimas fue el campo de refugiados de Al Burej, en el centro de Gaza, donde las bombas mataron a 17 personas, entre ellos el alcalde.

Uno de los edificios escogidos por el Ejército israelí fue la casa del ex-primer ministro de Hamás en Gaza, Ismail Haniyeh, en un campo de refugiados en Gaza ciudad. Hace días que el edificio está vacío.

Dos misiles destruyeron la única planta eléctrica de Gaza, reducida a cenizas tras el enorme incendio que causaron las bombas. Ahora, según la compañía eléctrica, casi el 90% de la población de la franja -1,8 millones- no tiene suministro eléctrico.

En el camino entre Gaza ciudad y la frontera con Israel, se veían diversas columnas de humo procedentes de varios edificios. Los pueblos cercanos a la frontera están desiertos; muchas casas, destruidas.

Los tanques levantaban una tremenda polvareda en sus operaciones para «eliminar los túneles» que grupos palestinos construyeron para comunicar Gaza con Israel. En el paso de Erez, en la frontera, saltó la alarma. Desde Gaza disparaban fuego de mortero contra el Ejército israelí, que ya ha sufrido 53 bajas.