Rusia ya palpa la guerra

Aspecto de una calle de la ciudad de Mariupol, con gente caminando, tras el alto el fuego.

Aspecto de una calle de la ciudad de Mariupol, con gente caminando, tras el alto el fuego.

LEV GANIN / MOSCÚ

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La hipotética amenaza del presidente ruso, Vladímir Putin, de «tomar Kiev» en dos semanas que tanto impresionó al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ha tenido muchos ecos. Puede que tal advertencia esté lejos de producirse, tal y como asegura el Kremlin, pero la realidad que se vive sobre el campo de batalla en Ucrania tampoco le es tan distante.

Y es que, según informan distintas oenegés rusas, entre 4.000 y 15.000 militares de Moscú ya están luchando del lado de las milicias prorrusas en el sureste ucraniano contra el Ejército de Kiev. Precisamente esos refuerzos, que el Gobierno ruso no reconoce, cambiaron en agosto pasado el signo de la guerra, justo cuando parecía que las nuevas autoridades prooccidentales estaban a punto de sofocar la rebelión armada en las regiones rusófonas.

El Comité de Madres de Soldados ruso calcula que en los últimos dos meses hasta 15.000 soldados podrían haber sido enviados a Ucrania.  Valentina Mélnikova, presidenta del Comité, estima que actualmente hay entre 7.000 y 8.000 soldados rusos en el territorio del país eslavo. Los propios líderes de las repúblicas autoproclamadas de Dontesk y Lugansk, en Ucrania Oriental, hablan de entre 3.000 y 4.000, aunque los califican de  «voluntarios».

Hasta el momento, las autoridades rusas han desmentido a pies juntillas la presencia sus unidades militares en el territorio ucraniano. Sin embargo, cada día más testigos denuncian el envío forzoso de los militares de distintas zonas de Rusia al país eslavo.

Más aun, ya se habla de cientos de muertos en los combates. El asesor del ministerio de Defensa ucraniano, Aleksandr Daniliuk, indicó recientemente en facebook que al menos 2.000 soldados rusos han fallecido. Los medios rusos ofrecen una cifra mucho más modesta: unos 80 soldados. Mientras, un miembro del Consejo Presidencial  para el Desarrollo de la Sociedad Civil, Ella Poliakova, insiste en que hubo ya más de 100 fallecidos.

Una de las víctimas posibles de la operación clandestina de las tropas rusas en Ucrania es paracaidista militar Antón Tumánov, de 20 años. Su madre recibió el pasado 20 de agosto un féretro sellado y la partida de defunción que precisaba que Tumánov murió el 13 de agosto en un «punto de desplazamiento temporal a causa de numerosas heridas de metralla».

LLAMADA DE TELÉFONO / La madre de Tumánov Elena contó al diario moscovita Nezavísimaya Gazeta que su hijo le llamó unos días antes de su muerte «para informar de que le enviaban a la región ucraniana de Donetsk para ayudar a los milicianos». A los soldados les obligaron a entregar teléfonos móviles y dijeron que su misión iba a durar unos dos o tres meses. «Entregué el móvil y me fui a Ucrania», escribió Antón en su página en una red social rusa.

Otras posibles víctimas de la guerra en Ucrania son decenas de militares de la división de paracaidistas de Pskov enterrados a finales de agosto en un cementerio de esta ciudad, en el noroeste de Rusia. Un diario local publicó revelaciones de unos soldados supervivientes que explicaron que sus compañeros murieron bajo fuego de artillería ucraniana mientras llevaban a cabo una misión secreta en el territorio de Ucrania.

«Ya no es posible encubrir de muerte de los paracaidistas rusos en Ucrania. Hay demasiados fallecidos, los féretros llegan a todas partes del país», escribió en su blog el periodista ruso, Pavel Sheremet.

Las revelaciones han llegado tan lejos que incluso los canales estatales rusos cubrieron el funeral de uno de los paracaidistas fallecidos en el país eslavo, Anatoli Travkin, de 28 años. Pero el mensaje que se intenta transmitir a la sociedad consiste en que que el soldado fallecido, así como miles de sus compañeros, se dirigieron a Ucrania por su cuenta, es decir, como voluntarios, tras pedir vacaciones en sus respectivas unidades militares.

«Eso significa que ninguno de estos voluntarios será reconocido militar muerto en combate y sus familias no recibirán ayudas o pensiones garantizadas a los fallecidos en acción», denuncia Sheremet.

Nezavísimaya Gazeta, así como otros medios rusos, informaron de que, tal y como lo había afirmado Kiev, fueron precisamente los militares rusos los que retomaron a Donetsk y conquistaron el aeropuerto de Lugansk. La televisión Dozhd confirmó la presencia de unidades militares rusas en la región de Donetsk.

Los expertos creen que Rusia seguirá participando en el conflicto para impedir una victoria definitiva de las tropas de Kiev sobre las milicias. «Rusia intentará controlar a Ucrania intentando mantener vivo el conflicto en Donbáss», dijo el politólogo Nikolai Petrov.

Mientras, según un reciente sondeo del instituto ruso Levada, cerca de dos tercios de los rusos no se han dado cuenta todavía de que su país está en guerra contra Ucrania. Al mismo tiempo, el porcentaje de personas dispuestas a apoyar un conflicto bélico, considerado fratricida, ha caído en picado, desde el 74% de marzo hasta el 41% en  julio.