Klitschko, de campeón de boxeo a protagonista del diálogo en Ucrania

Los hermanos Klitschko pasarán a la historia de Ucrania. Indudablemente por el boxeo. Ahora también a la historia de la política. Vitali Vladímirovich Klitschko (o Klichkó) ha trasladado la lucha del ring a las calles de Kiev como líder de la oposición. Para aquellos interesados en la política internacional quizá sea interesante recordar quien es Vitali, uno de los púgiles más importantes de los últimos 20 años y cuyo estilo parece trasladarse de la lucha deportiva a la batalla política más descarnada.

Y es que los hermanos Vitali y WladimirVitaliWladimir debieron ser siempre dos muchachos de armas tomar. Campeones mundiales de los pesos pesados de boxeo desde finales de los 90, la hegemonía deportiva de ambos ucranianos ha sido de tal calibre que incluso la propia categoría ha perdido atractivo (y bolsa) con respecto a décadas anteriores. La frialdad deportiva de los Klitschko es solo comparable a su inapelable superioridad pugilística gracias a una envergadura de brazos descomunal y un punto de vista (desde los más de dos metros de altura) que hace que bestias como el mítico Mike Tyson no lleguen ni al sobaco de los ucranianos (aunque atraía a más espectadores).

Tras la torta de Chisora

Vitali ha dejado momentaneamente el boxeo para dedicarse a la política pero sigue siendo el campeón, a la espera de que aparezca alguien capaz de llegarle a la barbilla. Que se lo digan a Chisora que se atrevió a arrearle una bofetada a Vitali antes de un combate pero no fue capaz de ganar sobre el ring. En aquella ocasión, Vitali demostró las razones que le han llevado a la política, esa sangre fría que le permitió no perder de vista al oponente con sus gélidos ojillos, encajó la humillante bofetada y devolvió el golpe ante el público y en buena lid, en el cuadrilátero.

El currículo de Vitali

Y es que que Vitali no ha sido derrotado por KO en toda su carrera. El conocido como 'puño de hierro' no ha recibido nunca la protección del árbitro con una cuenta reparadora hasta nueve. Perdió dos veces en su carrera profesional de 47 combates. Una por una herida en la ceja y otra por una luxación en el hombro.

Con ese currículo, el duro estilo Klitschko se extiende en Ucrania. En una batalla-revuelta callejera ante las cámaras, a calzón quitado, con violencia más allá de lo admisible y tanta determinación por ambas partes que la negociación clásica resulta improbable. Y el responsable ahora del diálogo es Vitali.

Los límites de los Klitschko

El Klitschko político ha asegurado que el presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, quiere volver a reunirse con la oposición. Como en los combates, especialmente los que hizo en kickboxing, Klitschko está dispuesto a esperar y mantener las distancias con el enemigo. "El presidente quiere otra reunión con la oposición y nosotros estamos dispuestos (a celebrarla)", ha explicado al diario alemán 'Bild', en el que colabora habitualmente. Lo que nunca han aceptado los hermanos Klitschko es precisamente lo que los promotores de boxeo internacionales han reclamado desde siempre. La única pelea equilibrada. Entre Vitali y Wladimir. Ambos consideran que no hay dinero que pueda pagar una pelea entre hermanos.