Una huelga general paraliza Argentina y da un aviso a Macri

Argentina vive este jueves una jornada de huelga general "contundente", según una primera valoración de Héctor Daer, responsable del sindicato mayoritario CGT, principal convocante de la protesta contra las políticas económicas del presidente Mauricio Macri. La movilización ha paralizado en buena medida el país y supone una seria advertencia al Gobierno. 

El paro, el primero de estas características en los 15 meses de mandato de Macri, ha tenido un impacto evidente en el transporte público, ya que apenas circulan autobuses, trenes ni el metro, y los aeropuertos están cerrados, con 800 vuelos suspendidos. También afecta considerablemente a otros sectores, como la sanidad, la industria, la banca y la educación, con gran parte de las escuelas del país sin clases. El bullicioso centro de Buenos Aires se ve apagado, con muchas persianas bajadas, y el tráfico es mucho más fluido que de costumbre, pese a que el Gobierno ha decretado que los peajes y los aparcamientos públicos sean gratuitos, para favorecer que los trabajadores pudieran acudir a sus empleos en vehículos particulares. "Salgan a trabajar, en bicicleta, auto, camión, furgoneta o lo que sea", ha pedido la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

LA ECONOMÍA NO ARRANCA

Elegido en diciembre del 2015, Macri prometió crecimiento económico mediante políticas liberalizadoras y de austeridad en el gasto público y captación masiva de inversión exterior. Pero la actividad no ha arrancado y el poder adquisitivo de los ciudadanos se deteriora: el PIB cayó un 2,3% en el 2016 (pese a una ligera recuperación en el último trimestre), la retirada de los subsidios disparó las tarifas de los servicios básicos, la inflación alcanzó el 40% y la previsión de este año es de otro 20%, y según las cifras oficiales uno de cada tres argentinos es pobre. "La situación es dramática", ha dicho a Reuters Julio Piumato, otro portavoz de la CGT. "La riqueza se está concentrando en manos de unos pocos al mismo ritmo que la pobreza está creciendo", ha añadido.

"Es un derrumbe. Día a día se suman miles de trabajadores que quedan desocupados, y los que ya lo están no tienen para comer", ha relatado a Efe Miguel Coria, uno de los manifestantes en el centro de la capital argentina. "El Gobierno no nos escucha y solo gobierna para los empresarios", añadía otra, Luz Díaz.

"ACTITUDES MAFIOSAS"

El Gobierno, por su parte, considera que la huelga es "innecesaria", pues a su juicio los principales indicadores económicos del país están mejorando, y responde a "actitudes mafiosas" de los sindicatos y motivos políticos, con la mirada puesta en las elecciones legislativas del próximo mes de octubre. "Hay mucha gente que cree que es a través del trabajo que resolvemos los problemas, y no parando", ha declarado el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, al canal Todo Noticias. 

Un amplio despliegue policial ha tratado de impedir que los piquetes cortaran los accesos por carretera a las principales ciudades del país. El mayor foco de tensión se ha vivido en Buenos Aires cuando cientos de manifestantes han bloqueado la ruta Panamericana y la policía ha intervenido con cañones de agua a presión y gases lacrimógenos. Ha habido cinco heridos y una decena de detenidos, según fuentes judiciales.

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