RELEVO EN FRANCIA

Hollande entra en el Elíseo prometiendo "abrir una nueva etapa en Europa"

El nuevo presidente francés se reunirá esta tarde con Merkel ante la que defenderá su apuesta por el crecimiento

La esposa de Sarkozy, Carla Bruni (izquierda) saluda a la nueva primera dama, Valerie Trierweiler.

La esposa de Sarkozy, Carla Bruni (izquierda) saluda a la nueva primera dama, Valerie Trierweiler. / JS/

ELIANNE ROS / París

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La era François Hollande ha empezado. Tras una sobria ceremonia de investidura, el nuevo presidente ha dirigido un mensaje de "confianza" y de "unidad" a los franceses. Hollande ha prometido "levantar" el país guiado por el solo criterio de la "justicia" y del "interés general" en los momentos difíciles que atraviesa Francia, con una "deuda masiva", un "paro creciente", una "competitividad degradada" y una Europa renqueante. También se ha comprometido a "abrir una nueva etapa en Europa", en alusión a su voluntad de reequilibrar el tratado de disciplina presupuestaria con medidas para relanzar el crecimiento económico.

"No hay fatalidad", ha proclamado Hollande, que ha recordado que "Francia es un gran país que en su historia siempre ha sabido sobreponerse a las dificultades". Tras repasar las "bazas" del país, entre las que ha citado a sus investigadores, su servicio público, su cultura, su demografía y su juventud, ha querido subrayar que será el presidente "de todos los franceses sin distinción de su origen, su procedencia o sus convicciones". "Las diferencias no deben convertirse en discordia", ha dicho.

Hollande se ha querido distinguir también del estilo de Nicolas Sarkozy. "No decidiré de todo y por todos", ha precisado después de citar los principios que guiarán su mandato: "Lucharé contra el racismo, el antisemitismo y todas las discriminaciones". También ha indicado que, bajo su presidencia, el poder "será ejercido con dignidad y simplicidad". Entre las grandes líneas de su política, ha citado el apoyo a un proceso de descentralización territorial, la democracia social y ciudadana y una concepción equitativa del reparto de la riqueza. "No puede haber sacrificios para la mayoría de los ciudadanos y privilegios para unos pocos", ha sostenido antes de recordar que sus prioridades serán la educación y la juventud, además de proteger al país en un "mundo inestable" y defender en el mundo "los valores del humanismo" que distinguen a Francia.

Despedida a Sarkozy y Bruni

"Defenderé la libertad de los pueblos, el honor de los oprimidos y la dignidad de las mujeres", ha dicho antes de concluir dedicando unas palabras a cada uno de sus antecesores, desde De Gaulle a Sarkozy, al que simplemente ha deseado lo mejor en la nueva etapa de su vida.

Hollande ha llegado al palacio del Elíseo a las 10 en punto de la mañana bajo un cielo despejado en un Citroën DS5 híbrido, donde ha sido recibido con Sarkozy. Como manda la tradición, ambos se han reunido en el despacho presidencial durante 40 minutos, en los que el presidente saliente ha trasmitido a Hollande los códigos del arma nuclear y abordado los temas sensibles. A continuación, Hollande y su compañera, Valérie Trierweiler han despedido a Sarkozy y su esposa Carla Bruni, en el patio del Elíseo. Una imagen nueva. Hace cinco años, Sarkozy y Chirac estaban solos y el primero acompañó a su antecesor hasta la puerta del coche.

Tras la ceremonia, Hollande ha pasado revista a las tropas, que han disparado las 21 salvas que rubrican la llegada del nuevo inquilino del Elíseo.

Reconocimiento a Mitterrand

Entre los 380 invitados a la ceremonia figuran destacados miembros del partido socialista, pero no la excompañera de Hollande y candidata del 2007, Ségolène Royal. Tampoco han asistido los cuatro hijos de ambos ni los tres de Trierweiler para evitar la imagen de confusión entre la esfera pública y la privada que ofreció Sarkozy hace 5 años. Hollande sí ha querido invitar a la hija natural del expresidente François Mitterrand, Mazarine Pingeot, como símbolo de reconocimiento al primer socialista que llegó al Elíseo y que inspira sus primeros pasos de presidente. También han participado en la ceremonia los líderes sindicales y de la patronal y algunos escogidos representantes del mundo de la cultura.

Como manda la tradición, el nuevo jefe del Estado ha subido los campos Elíseos en el coche presidencial descapotable para rendir homenaje al soldado desconocido. El sol ha dejado de brillar, y los chaparrones han aguado el primer baño de masas del nuevo jefe del Estado.

Reunión con Merkel

Hollande tiene ante sí una apretada agenda que empezará esta misma tarde, cuando viajará a Berlín para reunirse con la cancillera alemana, Angela Merkel, firme defensora de las políticas de recortes y de austeridad. El líder francés defenderá, en cambio, su apuesta por las políticas de crecimiento. Durante la campaña electoral francesa, Hollande defendió la necesidad de renegociar el pacto fiscal, algo a lo que se niega la cancillera, que ha insistido que el pacto es innegociable.