Expedición Pelayo Vida Polar finaliza el reto Ártico en el glaciar Sermilik

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Carlos de Torres

La expedición Reto Pelayo Vida Polar 2017, que integra a las cinco mujeres que superaron el cáncer, han concluido su reto en el glaciar Sermilik, tras superar las últimas dificultades que impidieron concluir por el lugar inicialmente previsto.

Con un equipo de apoyo, la expedición sorteó las últimas dificultades por su propio pie y encontró la salida por el glaciar Sermilik, donde ganaron la zona costera para trasladarse posteriormente a la localidad de Narsaq.

Un terreno complicado por la abundancia de peligrosas grietas, la rotura de las "pulkas", trineos de arrastre de carga y el cansancio propio del paso de la jornadas, obligó a la expedición compuesta por Encarna, Micaela, Lorena, Esther y Ana Belén a buscar una salida alternativa a la inicialmente prevista, para lo que precisaron de un apoyo inmediatamente satisfecho.

Las cinco componentes llegaron en perfecto estado, "muy contentas y un poco fuera de lugar después de una semana en un impresionante paraje " a la base de Narsaq, donde repusieron fuerzas tras su aventura.

"Nos sentimos muy felices por haber terminado el reto después de un semana en un entorno sobrecogedor, donde te sientes insignificante por la grandeza del entorno. Esperamos que esta aventura llegue como un estímulo para las mujeres que padecen cáncer y que nunca se rindan ante las adversidades", dijo Encarna, la más veterana del grupo, con 51 años.

Tras 80 kilómetros en terreno hostil, el responsable técnico de la expedición, Curro González, destacó el rendimiento de las mujeres seleccionadas para el Reto Pelayo Vida Polar 2017.

"El comportamiento de las chicas ha superado con creces las expectativas que teníamos y nos han sorprendido por su fortaleza física y psicológica, así como por el compañerismo demostrado a lo largo del trayecto, siempre con sentido del humor".

Según el guía de alta montaña, acompañado por Carmen Marchena al frente de la expedición, lo "más difícil ha sido progresar por los largos tramos de hielo vivo y sortear los extensos campos de grietas, que han requerido un esfuerzo extra".

"No obstante", añadió, "a pesar de que en general hemos tenido buen tiempo, la época del año no era el más favorable para el reto por la ausencia de nieve, que en condiciones normales taparían las grietas y facilitarían la progresión".