GUERRA EN IRAK

El Ejército iraquí arrebata el aeropuerto de Mosul al Estado Islámico

La conquista de estas instalaciones es clave para poder continuar la gran ofensiva contra los barrios del oeste de la ciudad que todavía controlan los yihadistas

Asalto del Ejército iraquí al aeropuerto de Mosul.

Asalto del Ejército iraquí al aeropuerto de Mosul. / periodico

ANA ALBA / JERUSALÉN

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El Ejército iraquí se encuentra a las puertas de la parte oeste de la ciudad de Mosul después de haber conseguido el control del aeropuerto de esta localidad en su ofensiva para arrebatársela al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Las fuerzas iraquís, apoyadas con aviones, drones y helicópteros de combate, han logrado también controlar la base militar de Ghazlani, en la segunda ciudad más grande de Irak, que el EI conquistó en julio del 2014.

Fuerzas del Servicio Antiterrorista y unidades de élite de Respuesta Rápida del Ministerio del Interior tomaron el aeropuerto, según indicó el portavoz del Servicio anti-terrorista Sabah al Numan, y han empezado los trabajos de desminado.

APOYO INTERNACIONAL

Gran parte de la operación aérea la ha llevado a cabo aviones de la coalición internacional, que encabeza Estados Unidos. También han participado carros blindados de las fuerzas estadounidenses. La zona conquistada está situada a unos 30 kilómetros de la entrada a la parte oeste de Mosul.

Las fuerzas iraquís lanzaron la ofensiva para recuperar el oeste de la ciudad de manos del EI el domingo pasado. Este es uno de los mayores logros que esperaban conseguir las fuerzas iraquís en la primera fase de la operación en su camino hacia la zona occidental de Mosul.

La ofensiva general para arrebatar la localidad al EI empezó el 17 de octubre del 2016. Las fuerzas iraquís lograron el control de la zona este de la ciudad a mediados del mes pasado.

El coronel John Dorrian, portavoz de la coalición, ha afirmado que soldados de EEUU "han intercambiado disparos en diferentes ocasiones en las cercanías de Mosul".

ESTRATEGIA OBAMA

Fuerzas especiales de EEUU están empotradas en el Ejército iraquí y miles de soldados estadounidenses se encuentran en Irak para dar apoyo logístico a las operaciones militares contra el EI. 

Esta fue la estrategia que siguió la Administración del presidente Barack Obama en Irak para expulsar a los yihadistas. Pero su sucersor, Donald Trump, ha anunciado que su pan será distinto, aunque no ha dado detalles sobre el mismo.

Según los servicios de inteligencia estadounidenses, alrededor de 2.000 combatientes yihadistas permenecen atrincherados es esta parte de la ciudad. Cuando empezó la ofensiva, se calculaba que los yihadistas eran entre 5.000 y 7.000.

ATAQUES SUICIDAS

Se espera que la batalla por el oeste de Mosul -separado de la zona este por el río Tigris- sea más dura que la librada en la parte oriental, ya que la occidental alberga la ciudad antigua con calles estrechas a las que no pueden acceder los blindados.

Se teme que los soldados puedan caer en emboscadas y ser víctimas de ataques suicidas como el que tuvo lugar el lunes pasado, que causó algunas bajas y heridos en el Ejército iraquí, según fuentes militares que no especificaron el número de muertos y heridos.

Las organizaciones de derechos humanos y la ONU han mostrado su preocupación por los más de 750.000 civiles, la mitad menores, que permanecen atrapados en la ciudad. Sus condiciones de vida son cada vez más precarias al no tener ningún tipo de contacto con el exterior. Según fuentes médicas y de vecinos que han logrado salir de Mosul, las personas más débiles empiezan a morir de malnutrición y por falta de medicamentos.