LUCHA CONTRA EL ESTADO ISLÁMICO

EEUU prepara operaciones en tierra en Siria e Irak

Soldados sirios, junto a los cuerpos de dos yihadistas, ayer.

Soldados sirios, junto a los cuerpos de dos yihadistas, ayer.

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Consciente de que otras potencias le empiezan a hacer sombra frustrado por el curso de una guerra que no parece ir a ningún sitio, EEUU se prepara para dar nuevos bríos a la dubitativa y cambiante estrategia que viene aplicando contra el Estado Islámico en Siria e Irak. El secretario de Defensa, Ashton Carter, anunció el martes que el Pentágono redoblará las operaciones contra los yihadistas, aumentando el número y la intensidad de los bombardeos, desplegando fuerzas especiales sobre el terreno y entregando más armas a sus aliados. A estos planes para extender la guerra solo parece faltarles una cosa: una estrategia para ganarla.

Carter explicó que con los cambios se pretende «cobrar impulso en el campo de batalla», aunque los esfuerzos se centrarán fundamentalmente en dos puntos concretos. Uno de ellos es en Raqqa (Siria), la capital oficiosa del califato de Abu Bakr Al Bagdadi. donde una coalición de fuerzas rebeldes apoyadas por EEUU, principalmente kurdas, habría ganado posiciones hasta quedarse a unos 50 kilómetros de la ciudad. El otro punto es Ramadi, la capital de la provincia de Anbar, en el corazón suní de Irak, que el Ejército iraquí trata de recuperar con nuevas remesas de armas enviadas por EEUU. La clave sigue estando allí en ganarse el apoyo de las comunidades sunís locales, que recelan de las milicias y el Gobierno mayoritariamente chií de Bagdad.

INQUIETUD

«Los iraquís habían empezado a pedir ayuda a Rusia al considerar que Washington no está haciendo lo suficiente», afirma el director del Centro para Estudios de Oriente Próximo de la Universidad de Oklahoma, Joshua Landis, para explicar los cambios anunciados por Carter. «Lo mismo piensa también parte del Congreso y muchos de los candidatos a la presidencia». La irrupción de Rusia en Irak, donde ha empezado a cooperar en materia de inteligencia con Irán y el Gobierno de Al Abadi, y su apoyo militar directo al régimen de Asad en Siria han logrado que se dispare la inquietud en la Casa Blanca. «La presencia rusa asusta un poco a EEUU. Sienten que pueden quedar demasiado desplazados de la región a menos que actúen con más agresividad», asegura Landis a este diario.

Carter dijo el martes que no permitirán que Rusia dicte el ritmo o el alcance de sus operaciones contra el EI. Y anunció por primera vez que las fuerzas estadounidenses participarán puntualmente en misiones de combate, algo a lo que presidente Barack Obama se había negado hasta ahora de forma tajante. «No dejaremos de apoyar a socios capaces cuando se presente la oportunidad de atacar al ISIS o de conducir nosotros directamente esas misiones, ya sea desde el aire o con acciones directas sobre el terreno», dijo ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado.

Ese escenario es ya una realidad, como demuestra la operación conjunta que llevaron a cabo la semana pasada las fuerzas especiales estadounidenses y las milicias kurdas para rescatar a 70 prisioneros encerrados por el EI en una prisión del norte de Irak. Un soldado estadounidense murió en el combate.