ESCÁNDALO POR ENCUBRIR UN EXCESO DE VELOCIDAD

Condenados a 8 meses de cárcel el exministro liberal británico Chris Huhne y su esposa

Las sentencias ponen punto final a una historia de venganza conyugal y de obstrucción a la justicia

Chris Hunhe y su mujer, en una imagen combinada, llegan por separado al tribunal, este lunes en Londres.

Chris Hunhe y su mujer, en una imagen combinada, llegan por separado al tribunal, este lunes en Londres. / periodico

BEGOÑA ARCE / Londres

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Chris Huhne, el que fuera ministro liberaldemócrata y su exmujer, la economista Vicky Pryce, han acabado en la cárcel. El juez ha condenado a ocho meses de prisión a cada uno de ellos por obstruir la acción de la justicia. Las sentencias ponen el punto final a una historia de venganza conyugal que ha destruido las carreras de dos poderosas figuras de la vida política británica y ha desintegrado una familia.

Hace 10 años Huhne fue detectado por un radar cuando conducía a demasiada velocidad por las afueras de Londres. El entonces eurodiputado le atribuyó la multa a su esposa para no perder el carnet por puntos.

De aquella trampa nunca se hubiera sabido si mucho tiempo después, en el 2010, el político, que para entonces formaba parte del Gobierno británico de coalición como ministro de Energía, no hubiera informado a su mujer de la relación amorosa que mantenía con su consejera, Carina Trimingham.

Matrimonio roto

Los 26 años de matrimonio, del que habían nacido tres hijos, quedaron rotos. Pryce decidió vengarse filtrando a la prensa lo ocurrido con aquella multa. Después de negar repetidamente los hechos durante meses, Huhne terminó admitiendo el delito. El año pasado dimitió como ministro, y el pasado mes de febrero renunció como diputado y abandonó la política. Ante el tribunal que le juzgaba, se declaró culpable.

Pryce, en cambio, clamó su inocencia y dijo haber actuado coaccionada por su esposo al aceptar los puntos en el carnet de conducir. El jurado no la creyó. Al pronunciar la sentencia, el juez ha subrayado agravantes, como que “los dos decidieron no decir la verdad” y “pensaron que podrían esconder lo ocurrido”. Ambos pasarán ahora por una experiencia carcelaria, que ni su educación ni su estilo de vida hacían presagiar.