Charlotte declara el estado de emergencia tras dos noches de disturbios

La capital económica de Carolina de Norte, uno de los grandes centros financieros de EEUU, despertó este jueves con cristales rotos en el asfalto, comercios saqueados y voces que exigen respuestas a la muerte de Keith Scott Keith Scott, un hombre negro de 43 años y padre de siete hijos abatido la víspera por la policía. La segunda noche de protestas en el centro de Charlotte, en las que participaron solo varios cientos de personas, volvió a degenerar en violencia. Casi medio centenar de manifestantes fueron arrestados y uno de ellos recibió un balazo y está gravemente herido. El gobernador ha declarado el estado de emergencia, y ha desplegado a la Guardia Nacional y la fuerza estatal de carreteras. La tensión racial arrecia de nuevo.

La sociedad civil exige a las autoridades que hagan público el vídeo grabado por la policía durante el encontronazo que acabó con la vida de Scott el martes. Su muerte no estaba escrita en ningún guion. La policía acudió a su barrio con una orden de arresto para otra persona, pero, según la versión oficial, Scott salió armado de un coche cuando vio a los agentes. No es esa la tesis que sostiene la familia: dicen que estaba leyendo un libro mientras esperaba la llegada de uno de sus hijos del colegio. Por eso es tan importante el vídeo. Las autoridades han declarado, sin embargo, que no lo harán público mientras continúe la investigación. Tampoco han ayudado a calmar la desconfianza las palabras del jefe de la policía de Charlotte, quien ha dicho que el vídeo “no presenta evidencias concluyentes” de que Scott apuntara a los agentes con una pistola, como sostiene su departamento.

Los disturbios de Charlotte, en imágenes

"LA GENTE ESTÁ CANSADA"

El despliegue de la Guardia Nacional se está convirtiendo en una constante para sofocar la ola de frustración que recorre el país ante el goteo de afroamericanos muertos en circunstancias difíciles de justificar. Sucedió en Milwaukee el mes pasado, tras la muerte de un hombre negro desarmado, o en Baltimore tras el deceso del también desarmado Freddy Gray el año pasado.

La alcaldesa de Charlotte condenó los disturbios, pero mostró comprensión por lo que está pasando. “La gente está cansada de ver cómo se dispara a los afroamericanos en todo el país”, ha dicho Jennifer Roberts. “Entiendo el enfado. Hay una familia que ha perdido un hermano, un hijo, un padre. Alguna gente ve que cuando los sospechosos son blancos acaban heridos o capturados”. Pocos días antes de la muerte de Scott, el afroamericano de 40 años Terence Crutcher recibió varios balazos de la policía cuando tenía las manos levantadas. En lo que va de año, han muerto ya 706 estadounidenses a manos de la policía. 172 eran negros. A este ritmo se superará la cifra de 990 que murieron el año pasado.

La tensión en Charlotte ha crecido por el disparo que hirió de gravedad a un manifestante negro durante las protestas del miércoles. Inicialmente, las autoridades dijeron que había muerto, pero más tarde se retractaron. También en su caso varían las versiones. La policía sostiene que le disparó otro manifestante; varios testigos creen que fueron los agentes. Por momentos, la protesta fue caótica: gases lacrimógenos, pelotas de goma, objetos lanzados por los manifestantes, escaparates reventados. Ante la tensión que se vive en la ciudad, la alcaldesa sopesaba declarar el toque de queda. Varios bancos y comercios pidieron a sus trabajadores que se quedaran en casa.

No deja de ser significativo que la sucesión de estallidos de furia de los dos últimos años se esté produciendo con un presidente negro en la Casa Blanca. La elección de Barack Obama se celebró como el final de la historia, la supuesta constatación de que EEUU había expiado su pecado original, siglos de esclavitud, segregación y discriminación de los negros. Pero al contrario de lo previsto, la era Obama pasará a los anales como el momento del despertar de los movimientos de protesta negros, domesticados a partir de los años 70, cuando la presencia de afroamericanos se normalizó en la política.

Grupos surgidos de la sociedad civil como Blacks Live Matter han puesto de manifiesto la irrelevancia de la vieja guardia, convertida en un mero instrumento del Partido Demócrata, así como la incapacidad de la Administración de Obama para cambiar la cultura policial por más que haya impulsado reformas. Numerosos congresistas negros marcharon durante la jornada hasta la sede del Departamento de Justicia para exigir una investigación rigurosa en Charlotte. Son muchos los que consideran sus palabras huecas, a tenor de la timidez con la que Obama y el Congreso han afrontado los problemas acuciantes de muchas comunidades negras del país.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Trump asegura que las drogas tienen mucho que ver con lo ocurrido","text":"Donald Trump ha aportado una original interpretaci\u00f3n a lo que est\u00e1 sucediendo en Charlotte, donde cientos de personas llevan dos d\u00edas protestando contra la violencia policial y la discriminaci\u00f3n hacia los negros. \u201cPor si no lo sab\u00edais, las drogas son un factor muy pero que muy importante en lo que est\u00e1is viendo en televisi\u00f3n por las noches\u201d, dijo, refiri\u00e9ndose al pillaje de comercios y los enfrentamientos con la polic\u00eda, durante un mitin en Pittsburgh. Trump mostr\u00f3 su respaldo a la polic\u00eda, pero a\u00f1adi\u00f3 que \u201chay que asegurarse de que tratan con respeto a todos los ciudadanos\u201d y responder \u201cvigorosamente\u201d cuando \u201ccometen errores\u201d. El republicano, que trata de acercarse a las minor\u00edas, ha vuelto a generar pol\u00e9mica tras decir que la polic\u00eda debe recuperar las pol\u00edticas de \u201cdetenci\u00f3n y cacheo\u201d para hacer frente al crimen. Diversos estudios han demostrado que esa t\u00e1ctica tiende a cebarse con las personas de color. Ante el revuelo generado, Trump matiz\u00f3 despu\u00e9s que solo es partidario de utilizarla en Chicago, una de las ciudades m\u00e1s violentas del pa\u00eds.\u00a0"}}