ENTREVISTA CON 'CHI'

Berlusconi cumple 80 años sin admitir ningún error en su carrera política

"Nunca me he equivocado ni en política externa ni interna", afirma sin rubor el exprimer ministro italiano al director de una revista del corazón

Berlusconi (derecha), al salir del hospital tras operarse del corazón, en Milán, el 5 de julio del 2016.

Berlusconi (derecha), al salir del hospital tras operarse del corazón, en Milán, el 5 de julio del 2016. / periodico

IRENE SAVIO / ROMA

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"Soy un patriarca. Eso me siento", decía hace algunos días Silvio Berlusconi, el exprimer ministro italiano, a la revista de corazón Chi. Para luego añadir: "Nunca me he equivocado ni en política externa ni interna (…) Si he sido derrotado, no ha sido por culpa mía". Ya en la irrelevancia política, Berlusconi, el otrora 'Cavaliere' -el título le fue quitado por una condena judicial-, llega este jueves a sus 80 años enfermo, con el rostro demacrado y corregido por varias cirugías estéticas y aislado por muchos de los que antaño fueron sus amigos y aliados. 

"No habrá fiesta alguna. Solo una cena con mis cinco hijos", añadió el multimillonario en la entrevista concedida al director del semanario, Alfonso Signorini. "Lo que he entendido y que tal vez es lo más importante, es que voy a pasar más tiempo con mis hijos y nietos. Son mi futuro", ha agregado.

"A lo largo de mi vida, jamás he pensado en mi edad. Al contrario. He vivido siempre como si tuviera 40 años y así es como me siento: lleno de curiosidad, conganas de hacer cosas", ha explicado también. Hasta que la enfermedad llegó de improviso: primero fue el ataque cardíaco y en junio pasado la delicada operación de corazón abierto. "Entonces tomé una conciencia mayor de que soy un hombre de 80 años", aclara.

Llegó a la política en 1994, cuando sus empresas estaban a punto de quebrar y en medio del vacío político. Esto, tras el terremoto provocado por la caída del Muro del Berlín y por la borrachera por los megaescándalos de corrupción de Tangentópolis y Manos Limpias (1992-1993). Fundó un partido, Forza Italia, que cerró una época, la de los políticos surgidos del 'boom' económico italiano de los 60, y dio inicio a la política-espectáculo, dominada por la televisión, mientras Italia se hacía más neoliberal, más folclórica y menos intelectual.

 Berlusconi ganó,las elecciones en 1994, pero pocos meses después tuvo que dimitir.. Recuperó el poder en el 2001, cuando fue elegido para cumplir con su segundo mandato, que completó entero. Aprobó leyes que le beneficiaron personalmente, impidiendo el avance de los juicios contra él. Y se dijo víctima de los jueces y magistrados italianos, que lo investigaron empecinadamente, la mayoría de las veces sin éxito. Y fue reelegido, en el 2008.

MAFIA, SEXO Y TRAICIONES

Sus fiestas eróticas dieron la vuelta del mundo. Se divorció de su segunda esposa, Veronica Lario. Fue perdiendo amigos fuera y dentro de Italia, como Angelino Alfano, su exdelfín hoy ministro en el Gobierno de Matteo Renzi. Así finalmente dimitió, en diciembre deL 2011, lo que también dio inicio a la fragmentación del centroderecha italiano, algo que continúa en la actualidad. 

"Pensándolo bien, no me viene a la cabeza ni un solo nombre de un amigo que tenga en política", dice hoy. ¿Y arrepentimientos? Pocos: no haberse dedicado lo suficientemente al Milan, su club de fútbol 18 veces campeón de Italia y  7 veces campeón de Europa, que acabó vendiendo a inversores chinos. "Si el Milan no ha estado en los últimos años como antes, es porque no me he podido ocupar personalmente", ha dicho.