Benedicto XVI concede el perdón a su exmayordomo condenado

Paolo Gabriele no podrá volver a trabajar ni residir en el Vaticano

El papa Benedicto XVI habla este sábado con su antiguo mayordomo, Paolo Gabriele, en una audiencia privada.

El papa Benedicto XVI habla este sábado con su antiguo mayordomo, Paolo Gabriele, en una audiencia privada.

ROSSEND DOMÈNECH / Roma

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El papaBenedicto XVIha concedido este sábado, poco antes de la Navidad, el perdón aPaolo Gabriele, su antiguo mayordomo, condenado por haber sustraído y difundido documentos privados y confidenciales que el Pontífice tenía en su despacho. Gabriele ha vuelta esta mañana a su casa, pero no volverá a prestar servicio en el llamado apartamento de la familia pontificia.

Un comunicado oficial explica que "esta mañana (del sábado) el Santo Padre ha visitado en la cárcel al señor Paolo Gabriele, para confirmarle el propio perdón y comunicarle personalmente que ha acogido su petición de gracia, perdonando su pena”. El portavoz del Papa,Raffaele Lombardi, ha definido la información como "una buena noticia" y ha añadido que "se espera ahora una atmósfera de serenidad y que se pueda retomar el camino”. La gracia afecta también al técnico informáticoClaudio Scierpelletti, condenado por complicidad con elexmayordomo.

Tras la concesión de la gracia, Paolo Gabriele no podrá ni trabajar en elVaticanoni residir en su interior, según adelantó Lombardi. Gabriele cumplía prisión en una celda del Vaticano, después de que el seis de octubre fuera condenado por un tribunal delEstado Pontificiode primera instancia a un año y medio de prisión. Al no haber recurrido, la condena pasó a ser definitiva.

En aquella ocasión, la Secretaría de Estado emitió un comunicado en el que afirmaba que “termina un asunto triste que ha tenido consecuencias dolorosas”, aunque son muchos los que piensan que el “asunto” no terminó con la condena del mayordomo, considerado como uno de los eslabones de algo mayor que sucedió en el Vaticano. Según varias fuentes, pocos años después de la elección deJoseph Ratzinger, el Papa puso en marcha una limpieza interna e impuso unas políticas de transparencia que afectaron a los casos de pederastia clerical, las finanzas delEstado Vaticanoy algunos asuntos de corrupción interna. Estos últimos habrían sido reflejados en un informe que el Papa encargó al cardenalCarlo María Viganò, que costó al interesado el rápido nombramiento como nuncio del Papa en EEUU, es decir, su alejamiento de Roma.

COMISIÓN INTERNA DE INVESTIGACIÓN

Por otra parte, además del proceso contra Paolo Gabriele y el informático Claudio Sciarpelletti, acusado de complicidad con el primero, el Papa puso en marcha una comisión interna de investigación formada por tres cardenales,Julián Herranz,Jozef TomkoySalvatore De Giorgi, cuya labor debía consistir en apurar la amplitud del caso Gabriele, también conocido como 'vatileaks'.

Los tres cardenales fueron recibidos por el Papa el pasado lunes, aunque anteriormente ya habían entregado un primer informe con el resultado de todas las audiencias que llevaron a cabo en absoluto secreto, de las que iban surgiendo no solo la responsabilidad del exayudante de cámara, Paolo Gabriele, sino también el clima en el que se verificó el escándalo de los 'vatileaks'.

Tras el primer informe, los cardenales prosiguieron la investigación, razón por la que se supone que el caso no terminó con el proceso contra los dos acusados. Probablemente, el Papa quiera conocer el alcance de lo que se llamó 'guerra interna' entre curiales favorables y contrarios a las políticas de transparencia impuestas por Benedicto XVI, entre los que se encontrarían varios cardenales.

Paralelamente, el pasado día 7 de diciembre, el Papa nombró cardenal aJames Harvey, que hasta entonces había ocupado el cargo de “ministro” de la casa o familia pontificia, lo que comportó su alejamiento del entorno papal. En su lugar puso aGeorg Gänswein, su secretario personal, que lo mantuvo en su cargo, por lo que el apartamento pontificio y la secretaria privada del Papa están ahora en manos de la misma persona, que tiene la confianza total de Jopeph Ratzinger.