El BCE planea la compra ilimitada de deuda soberana

El ministro de Economía, Luis de Guindos (izquierda), con el presidente del BCE, Mario Draghi.

El ministro de Economía, Luis de Guindos (izquierda), con el presidente del BCE, Mario Draghi.

ELISEO OLIVERAS / Bruselas

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El mecanismo de intervención que planea elBanco Central Europeo (BCE) para resolver la crisis de la deuda pública de la eurozona no incluirá ningún tope en el límite de compras de bonos a corto plazo de países en apuros, como España, para maximizar la eficacia de su actuación y no hacer el juego a los especuladores, según los detalles filtrados hasta ahora.

El presidente de la institución, MarioDraghi, tiene previsto desvelar este jueves los principales ejes del nuevo mecanismo de intervención en apoyo de la deuda pública de países en apuros, si hay un acuerdo global en la reunión previa del consejo de de la institución, a la que asistirá excepcionalmente el presidente del Eurogrupo, Jean-ClaudeJuncker. Ese mecanismo sólo entrará en funcionamiento bajo condiciones muy estrictas y una vez que el Gobierno haya solicitado la ayuda del fondo de rescate europeo, como ya ha advertido Draghi en varias ocasiones.

El mecanismo se utilizará como complemento a la actuación del fondo de rescate europeo con el objetivo de corregir la actual fragmentación del mercado financiero de la eurozona, que está impidiendo el correcto funcionamiento de la política monetaria europea.

DEUDA A CORTO PLAZO

La intervención del BCE se limitará a la compra de deuda pública a corto plazo (hasta tres años) en el mercado secundario, según adelantó Draghi al Parlamento Europeo el pasado lunes. La compra de bonos de nueva emisión y a largo plazo del país en apuros la realizaría el fondo de rescate.

Draghi confía en vencer este jueves la resistencia delBundesbank(el banco central alemán) a ese mecanismo de intervención. Para tranquilizar los temores alemanes,Draghipodría establecer la posibilidad de esterilizar el incremento de dinero que supondría la compra de bonos mediante la retirada del sistema monetario de la misma cantidad de dinero utilizada en la intervención. Esto evitaría el riesgo de debilitar la solidez del euro y la aparición de presiones inflacionistas, que tanto temen los alemanes.

Los bonos adquiridos por elBCEen su programa de intervención no tendrían prioridad sobre los demás inversores para no generar distorsiones en el mercado, según el mecanismo diseñado por la institución.

La intervención del BCE estará supeditada en todo momento al estricto cumplimiento por parte del país en apuros de las exigencias de ajustes y reformas impuestas por elEurogrupo. Draghi estudia plantear que como herramienta de presión que si el país beneficiario de la intervención dejara de cumplir con esas exigencias, el BCE procedería a la venta de los bonos adquiridos durante la intervención, lo que colocaría a ese estado en una situación insostenible.

APOYO DE VAN ROMPUY

El presidente de la Unión Europea (UE), Herman Van Rompuy, ha expresado su «total respaldo» a los planes de Draghi de intervenir en el mercado de deuda para acabar con los tipos de interés "totalmente injustificados a nivel económico" que están reclamando los inversores a algunos países, como España e Italia. "Los mercados financieros de la eurozona se están fragmentando cada vez más hasta un nivel en que resulta muy difícil aplicar una política monetaria única", ha añadido Van Rompuy en un discurso ante los embajadores de las distintas delegaciones nacionales de los Veintisiete en Bruselas.

"Las primas de riesgo de la deuda pública de algunos países no están justificadas en base a su situación económica real", ha destacado Van Rompuy. Por el contrario, otros países refugio de la eurozona, ha precisado el presidente de la UE, pagan tipos de interés "demasiado bajos" en el mercado por su deuda pública, en referencia a Alemania.

Van Rompuy ha alabado los ajustes y reformas emprendidos por España, Italia, Portugal, Irlanda y Grecia para sanear sus economías y ha señalado que esas medidas son "difíciles" y que necesitan tiempo para que den resultados. Por ello, ha argumentado, es necesaria la intervención a corto plazo del BCE y de otras instituciones.