POLÍTICA DE ABUSOS

Amnistía denuncia los desahucios masivos en China

ADRIÁN FONCILLAS
PEKÍN

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Los desahucios violentos se han disparado en China en los dos últimos años debido a la especulación inmobiliaria y la connivencia de promotores y gobiernos locales. La denuncia llegó de Amnistía Internacional (AI) a través de un informe con las investigaciones de más de 40 casos concretos durante dos años. La organización urge a Pekín a resolver el problema, uno de los que más lamentos despiertan entre la población.

AI carece de cifras concretas pero asegura que el aumento es «significativo» y denuncia que muchos de ellos se realizan con violencia -incluso con el uso de matones- para vencer la resistencia. En nueve de los casos estudiados se produjo la muerte del expropiado. En otros, la víctima acabó en la cárcel. «Algunos estaban en tal estado de desesperación que se prendieron fuego», recuerda el informe. Entre los casos se cita a Wang Cuiyan, una anciana que murió enterrada por una excavadora en la provincia de Hubei en el 2010.

La tierra pertenece en China al Estado, por lo que el término frecuentemente usado de expropiación es erróneo. El inquilino tiene un derecho de uso que le faculta a recibir una indemnización justa si el Gobierno decide utilizarlo para obras de interés público. Ocurre que esas indemnizaciones son a menudo menores de las estipuladas o terminan en bolsillos de los poderes locales.

La situación se agravó con el paquete de estímulo económico aprobado en el 2008 para sortear la crisis, ya que los gobiernos locales hubieron de recurrir a la venta de tierras a los promotores (uno de sus pocas vías de financiación) para cumplir con las construcciones demandadas por Pekín. China emprendió en el 2011 un plan para frenar la especulación, que ha logrado que las ventas de tierras hayan bajado un 16,2%.