REACCIONES DE LOS ALIADOS

La comunidad internacional censura las filtraciones de Wikileaks

AGENCIAS / Barcelona

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La comunidad internacional se ha solidarizado con Estados Unidos y ha condenado, con diferente énfasis, la última filtración de documentos de Wikileaks que recoge las comunicaciones entre el Departamento de Estado en Washington y 270 de las embajadas y consulados estadounidenses alrededor del mundo. Una de las reacciones más tajantes ha sido la de Ignazio La Russa, ministro de Defensa de Silvio Berlusconi, que ha instado a no dar excesiva importancia a los cables, que entre otras cosas describen al primer ministro italiano como irresponsable, vanidoso y débil psicológicamente, y ha asegurado que las informaciones filtradas "parecen salir de una revista de cotilleos. 

En una entrevista publicada en Corrierre della Serra, La Russa subraya que  "se trata de informaciones que tenían que haber quedado secretas, probablemente su publicación es ilegal, pero, al final, parecen salir de una revista de cotilleos". Es por ello que ha pedido que no se dé a su difusión "excesiva importancia".

Sobre los documentos publicados en Wikileaks y en los que se definía  Berlusconi como el portavoz en Europa del presidente ruso, Vladimir Putin, el ministro de Defensa ha señalado que lo que cuenta es que "las relaciones entre Italia y Estados Unidos son óptimas". El ministro también ha calificado de "banales" y "ridículos" otros de los cables secretos en los que se dice que "Berlusconi aparece demasiado cansado porque va a dormir tarde" o se habla de sus "fiestas salvajes".

'Il Cavaliere' "se echa unas risas"

No obstante, La Russa reconoce que estas publicaciones obligarán "a cambiar el sistema de relaciones diplomáticas" y los diplomáticos "tendrán que ser más cuidadosos, más reflexivos y más prudentes en sus informes". Berlusconi no se ha manifestado aún, pero los medios de comunicación italianos afirman que fuentes cercanas al mandatario desvelaron que se "echó unas risas" cuando leyó los cables.

También ha quitado hierro al asunto el Gobierno alemán, que ha asegurado que las filtraciones, que incluyen comentarios sobre la poca creatividad y capacidad de decisión de la cancillera, Angel Merkel, no alterarán las buenas relaciones con EEUU. "Las relaciones son estables y no van a sufrir alteraciones", ha asegurado el ministro de Cooperación, Dirk Niebel. En términos parecidos se ha pronunciado el titular de Economía, Rainer Brüderle, quien, sin embargo, opina que lo ocurrido refleja la fragilidad de los conductos de comunicación. "Está claro que apenas se pueden mantener ya conversaciones que no acaben publicadas. Hay que vivir con ello. Pero hay que tenerlo en cuenta también", ha señalado.

Preocupación en Francia

Más en serio se lo han tomado en Francia. El portavoz del Gobierno francés, François Baroin, ha criticado la filtración porque "pone en peligro a hombres y mujeres que han trabajado al servicio del país". Baroin ha expresado su "preocupación" por la difusión de documentos confidenciales y ha asegurado que Francia colaborará con EEUU para combatir este tipo de filtraciones, que ha calificado de "amenaza" contra "la autoridad y la soberanía democrática".

El portavoz se ha manifestado partidario de perseguir a la organización en los tribunales.

Sobre esta posibilidad se ha referiod el Gobierno australiano, que ha anunciado que apoyará a Washington si decide emprender acciones judiciales contra la web Wikileaks, creada por el australiano Julian Assange.

En Rusia, han preferido esperar a conocer exactamente el contenido de los cables diplomáticos para pronunciarse. Y en Turquía, el primer ministro, Recep Tayip Erdogan, también ha preferido esperar pero de entrada ha puesto en duda la seriedad de Wikileaks y ha calificado a esta web de "dudosa y sospechosa".