TENSIÓN EN LA CAPITAL BRITÁNICA

Revuelta estudiantil en Londres contra los recortes de Cameron

Un grupo de estudiantes logra, desde dentro, romper un ventanal de la sede del Partido Conservador en Londres, ayer; al lado, una imagen de los choques con las fuerzas del orden.

Un grupo de estudiantes logra, desde dentro, romper un ventanal de la sede del Partido Conservador en Londres, ayer; al lado, una imagen de los choques con las fuerzas del orden.

BEGOÑA ARCE / Londres

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Miles de estudiantes británicos convirtieron ayer la sede central del partido conservador en el fortín de una tensa protesta contra la subida de las matrículas universitarias. La invasión en la conocida torre de Millbank, uno de los escenarios políticos más famosos del país, pilló incomprensiblemente desprevenida a la policía, que no había organizado ningún cordón especial para proteger la sede, a pesar de que la manifestación estudiantil pasaba por delante de su puerta.

Las fuerzas de seguridad tuvieron que desalojar al personal que trabaja en las oficinas de lostories, situadas a pocos metros del Parlamento de Westminster, después de que un grupo de unos 200 manifestantes penetraran en las instalaciones a primera hora de la tarde.

ENTREVISTAS EN DIRECTO / Los asaltantes rompieron varios cristales de las ventanas y las puertas de entrada, mientras fuera sus compañeros quemaban pancartas y coreaban gritos contra el primer ministro David Cameron y el viceprimer ministro y líder liberal Nick Clegg.

Desde el tejado del edificio, algunos de los universitarios llegaron a lanzar contra las fuerzas del orden un extintor. Otros de los atrincheradostwitteabany concedían entrevistas por el móvil a las cadenas de televisión del país, que hasta la caída de la noche siguieron en directo los incidentes. Incluso en la vecina sede de los servicios secretos de inteligencia del MI5 el personal optó por echar los candados.

Los empujones y forcejeos con la policía se saldaron con 14 heridos leves en el hospital y más de una treintena de detenciones. El jefe de las fuerzas del orden en la capital, Paul Stephenson, reconoció que los hombres a su mando debían haber previsto «mejor» el nivel de violencia de algunos de los manifestantes. «Lo ocurrido no es aceptable. Es bochornoso para Londres y para nosotros. No podemos aceptar ese nivel de comportamiento».

Los organizadores consideraron un auténtico éxito haber llegado a movilizar a 50.000 personas, la mayor manifestación estudiantil en más de una década. Aaron Porter, el presidente del Sindicato Nacional de Estudiantes, puso, sin embargo, buen cuidado en condenar reiteradamente «todo uso de la violencia», atribuyendo los incidentes a grupos minoritarios, ajenos al movimiento estudiantil.

VISITA DE NEGOCIOS EN CHINA / El alcalde conservador de Londres, Boris Johnson, había advertido el mes pasado que la subida de las tasas universitarias provocaría «un baño de sangre». Ayer el lenguaraz edil pidió, en cambio, que «la fuerza de la ley» castigara a los provocadores.

Cameron se hallaba fuera del país, en visita de negocios a China, pero Clegg, que le sustituyó en la sesión de preguntas y respuestas en el Parlamento, tuvo muchas dificultades para defender el incremento de las tasas universitarias.

La laborista Harriet Harman acusó a Clegg de hipocresía, recordándole que el partido liberal se oponía en su programa electoral a cualquier subida. Harman olvidó a su vez que fueron los laboristas los primeros que introdujeron las tarifas universitarias.

El plan que el Gobierno someterá a votación a finales de este año reduce en un 40% las subvenciones del Estado a las universidades. Para que estas puedan recaudar los fondos que necesitan, se les permitirá aumentar el precio de la matrícula anual de los alumnos británicos y extranjeros, que puede llegar a superar los 10.000 euros.

«Este plan significa que un sector de los estudiantes no tendrá los recursos para ir a la universidad», señaló Porter. «Es muy injusto porque a ellos (Cameron y Clegg) no les costó nada ir a la universidad».