INCÓGNITA EN CUBA

Raúl Castro guarda un insólito silencio en la fiesta nacional

ABEL GILBERT / Buenos Aires

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Como cada año, Cuba conmemoró ayer su fiesta nacional en Santa Clara, pero sorprendentemente en esta ocasión lo hizo en ausencia de Fidel Castro y sin que el presidente, Raúl Castro, pronunciara el habitual discurso. En su lugar lo hizo el vicepresidente, José Ramón Machado Ventura, un duro entre los duros del Partido Comunista, quien en su intervención no anunció ninguna nueva medida para afrontar la grave crisis económica. «Cambiaremos en este momento histórico todo lo que deba ser cambiado, pero sin aceptar presiones externas, y sin renunciar a uno solo de nuestros sueños de justicia», advirtióMachadito.

El silencio Raúl Castro y la ausencia de su hermano Fidel multiplicaron las especulaciones de los analistas sobre el alcance del debate en el seno del poder. El octogenario líder se ha hecho ver y escuchar este mes en media docena de oportunidades, todas ellas cargadas de simbolismo. En su última aparición pública, unas horas antes, vistió otra vez un uniforme verde olivo pero sin la insignia de comandante en jefe. Los detalles, señalan loscubanólogos, no son nunca inocentes.

La expectativa, dentro y fuera de la isla, de un anuncio de nuevas reformas tenía su fundamento. El Gobierno ha iniciado un proceso de gradual liberación de 52 disidentes. La decisión ha sido considerada un punto de inflexión político y la antesala de un viraje de mayor alcance. Pero Raúl Castro, quien el pasado jueves «liberó de responsabilidades» (una forma elegante de referirse a la destitución), en el Ministerio de Salud a un histórico de la Revolución, José Ramón Balaguer, se abstuvo de hablar del tema del que todo el mundo habla.

LOS RETOS / «No tememos a las dificultades, ni a los retos que tenemos por delante. Continuaremos el estudio, el análisis y la toma de decisiones que conduzcan a superar nuestras deficiencias en todos los órdenes, y perfeccionar nuestra sociedad», se limitó a decir el vicepresidente. Las «soluciones», remarcó Machado Ventura, nunca serán sin «improvisadas», tampoco «populistas, demagógicas o engañosas», o como consecuencia de las «campañas de la prensa extranjera». El 26 de julio suele ser una fecha de alta veneración en Cuba. Raúl encabezó por primera vez la fiesta en el 2007.