FESTIVAL DE VERANO DE BARCELONA

Cece Gianotti: "Los países no te abren la puerta"

Cece Giannotti pone banda sonora al drama de los refugiados con 'Exodus to the Promise Land' en el Mercat de les Flors

Cece Gianotti

Cece Gianotti / periodico

DAVID GARCÍA MATEU / BARCELONA

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Se han escrito ríos de tinta sobre los refugiados que huyen de sus hogares por temor a perder sus vidas. Pero muy pocos hasta ahora se habían atrevido a poner música al éxodoCece Giannotti es uno de ellos y el sábado a las 22 horas presenta en el Mercat de les Flors la banda sonora que ha compuesto en torno a estas historias. Un total de ocho piezas en las que también ha trabajado con su gran amigo Francesc Chaparro y que esperan no volver a interpretar con el paso de los años. Parte de los beneficios los destinarán a la ONG Proactiva Open Arms.

¿Cómo se les ocurre ponerle música al drama de los refugiados? La inspiración llegó a raíz del documental que vi de la ONG Proactiva Open Arms. Me enamoré del trabajo que hacían. Fue entonces cuando mi socio y yo empezamos a pensar algo parecido a la cronología del viaje que hace un inmigrante que va en busca de la tierra prometida.

Crear la banda sonora de una historia con nombre y apellidos en lugar de la sinfonía que suele acompañar a una película. Exacto. Hemos intentado ver qué podían sentir estas personas. Meternos en su piel. Además, intentando abandonar el carácter dramático que se acostumbra a relacionar con su situación. Al llegar a los extremos que viven estas personas dentro de los barcos, creo que incluso se produce una conexión con la naturaleza que asciende a algo divino.

La esperanza. Algunas cosas de la vida las ves desde otro prisma cuando estás en estas tesituras. Nosotros proponemos hacer un emotivo largo viaje con ocho canciones.

Supongo que las primera piezas conllevan cierta ilusión por encontrar un mundo mejor del que se abandona... Pero después aparece la pared. A nivel orquestal hay piezas muy intimistas.

El hilo conductor es la evolución interior. Luego dedicamos una segunda parte del espectáculo a otro tipo de éxodos. Por ejemplo, una de las canciones es de orígenes napolitanos, en la que se habla del éxodo de los italianos a finales del siglo XIX. Esta melodía en concreto está dedicada a las mujeres sirias.

¿Han estado sobre el terreno de un campo de refugiados? Hemos intentado ir, pero la verdad es que no ha podido ser. Ahora mismo están desbordados de gente que quiere ir y ayudar. Pero lo que necesitan es gente que esté preparada y cualificada. Incluso creo que también emotivamente. En octubre lo volveremos a intentar con los compañeros de Open Arms e intentaremos montar un concierto allí o en Nepal.

¿Cómo han enfocado las canciones entonces? Lo nuestro ha sido más bien una aproximación intelectual. Meternos en su piel desde la música. Yo también he vivido una situación similar a la de ellos. Mis familiares fueron inmigrantes italianos que se fueron a vivir a EEUU y luego a Canadá.

Sus raíces también están desarraigadas. Los países no te abren la puerta, te la tienes que abrir tú a golpes de vida. Me he visto muy reflejado en este proyecto. Ahora lo que queremos es compartirlo con jóvenes directores para ver qué les inspira esta música. Buscar la voz de otra generación: ¿Qué ven? ¿Qué piensan? Lo importante es compartir, porque estamos todos perdidos.

¿Es necesario acrecentar la relación del mundo musical con los refugiados? Siempre ha existo la relación, pero ahora es más necesaria que nunca. Mucha gente está intentando usar este canal y por lo menos regalar una visión artística diferente. En este caso, la música siempre me ha parecido más curandera. Un arte más luminoso que las otras artes. Y estas situaciones lo necesitan. Por lo menos, nosotros tenemos que dar nuestro pequeño grano de arena.