Lluïsos reestrena casa

Después de 14 meses cerrada por obras, la sede de Lluïsos de Gràcia (plaza del Nord, 7-10) presenta ahora un espectacular nuevo aspecto de puertas para dentro. Y es que su emblemática fachada, con un incalculable valor patrimonial y sentimental, sigue intacta. El interior, en cambio, es totalmente nuevo, con visibles mejoras en aspectos como la movilidad y la seguridad. "Estas obras nos han permitido adaptar nuestra sede a la normativa vigente, pero también ganar metros cuadrados con la nueva planta subterránea", explica Oriol Hosta, presidente de la entidad.

El nuevo edificio, ahora con rampas y ascensores, llega cuando la entidad celebra sus 160 años de historia. "Todo comienza a moverse en el 2007, con la anterior junta de la entidad, con el expresidente Jordi Cassasas al frente y la complicidad del antiguo concejal de cultura, Jaume Ciurana, que entendía que una entidad decana como la nuestra bien merecía un apoyo institucional", recuerda el actual presidente, en el cargo desde hace cinco años.

La joya de la corona de la nueva casa de los Lluïsos es el teatro. "Ahora tenemos el mismo número de butacas, unas 200, pero en una sala perfectamente equipada y polivalente. La grada es retráctil y las sillas del foso se pueden retirar para acoger otras actividades", subraya Hosta.

VARIAS GENERACIONES

LLuïsos de Gràcia es la segunda casa de muchos vecinos. "Mis abuelos y tíos ya eran de la entidad. Empecé en el grupo de teatro, pero actualmente formo parte de la coral", explica la socia Maria Mercè Sobirana, de 67 años.

Lluïsos de Gràcia, con 19 secciones, cuenta con 1.200 socios. Y tiene lista de espera. "Entré con 12 años porque habían dos vacantes en el equipo de baloncesto. Aquí sigo, como entrenador de los pequeños y como jugador sénior", cuenta Raimon Davi, de 29 años, quien destaca el ambiente familiar que se respira en la entidad. "Las secciones cada vez están más mezcladas -sigue Davi- y todos nos conocemos".

Este centro social, por el que pasan más de 500 personas al día, tendrá bar en las próximas semanas. Tres jóvenes vecinos, crecidos en la entidad, se encargarán de su gestión. "La carta incluirá bocadillos, tapas y medias raciones. Sencillo pero de calidad, pensando en los socios pero también en el resto del barrio", explica Joan Duràn, uno de los responsables, quien calcula que el bar podría abrir sus puertas en la semana del 9 de noviembre.

RECOGIDA DE FONDOS

Las obras en el edificio han costado 3 millones de euros. El Institut de Cultura de Barcelona (Icub) aportó 1,3 millones. "El resto será cubierto con un préstamo bancario de 700.000 euros y varios patrocinios", detalla el presidente.

El fondo de inversión KKH aportará 850.000 euros si tira adelante su proyecto en las antiguas oficinas del Deutsche Bank. Lluïsos de Gràcia, a cambio, cederá los derechos de edificabilidad de su sede. Pero mientras se desencalla el tema del hotel de KKH –o de los pisos de lujo, según las últimas informaciones– Lluïsos de Gràcia ha impulsado la campaña de recogida de fondos 400x500, la recta final!.

El objetivo de la campaña es adelantar 200.000 euros. "Queremos implicar a 400 familias con un donativo de 500 euros en depósito, a devolver en dos años. De momento llevamos recogidos 27.000 euros", apunta Hosta.