'La voz' eleva a Antonio José a los altares

Si a su madre no se le hubiera ocurrido inscribirle a escondidas en el 'casting' de 'La voz', Antonio José no se habría estrenado ayer como nueva estrella del firmamento musical rodeado de focos. «No me presenté, me presentaron», aclaró el flamante ganador del seguidísimo concurso de Tele 5 dirigiendo la mirada hacia su madre, que seguía la rueda de prensa desde un discreto rincón de la sala. El cantante cordobés notó por primera vez el peso de una fama que le sabrá ahora más dulce después de haber sufrido un grave bache emocional que estuvo a punto de retirarle de la música. Esa crisis vocacional, provocada por la falta de resultados, le duró un año, pero acabó por fin ayer cuando se alzó con la victoria en la tercera edición de 'La voz'.

«No soy consciente de lo que me está pasando. sí de lo que he luchado», empezó confesando Antonio José Sánchez, de 20 años, con la mente puesta en su vía crucis particular: «Tuve un momento de trifulca con la música porque no me devolvía todo lo que le daba». Ese desengaño le sobrevino mucho después de haberse estrenado como niño prodigio y representante español en el festival Eurojunior, al que acudió con tan solo 10 años. «No es fácil tener un boom de pequeño y luego quedarte un poco mas aislado», aseguró. El caso es que los productores empezaron a darle la espalda hace poco más de un año y su ímpetu se resquebrajó: «He presentado muchísimas maquetas, pero siempre me encontraba con un no, y eso te desilusiona». Para colmo de males, por aquella época le dejó su novia. «Pero yo creo en el destino, y mi destino estaba aquí».

SABIO VAGABUNDO / Sus pinitos musicales comenzaron a los 8 años, cuando Teresa Rabal quedó prendada de su voz en el casting de 'Veo, veo'. «Yo solo iba a acompañar a una amiga, pero me puse a cantar mientras esperábamos y me cogió», recordó. Otro momento que reforzó su vocación fue el encuentro con un vagabundo que paseaba por la playa con una guitarra de tres cuerdas y le dijo: «Fíjate si es importante la música, que a mí me hace grande».

El ganador reconoció que su rival más fuerte en el concurso era Marcos (segundo clasificado), y confesó, reprimiéndose las lágrimas, que el mejor momento lo vivió cuando cantó al final de la gala al lado de sus amigos. Lo que sí tiene claro es que guardará agradecimiento eterno a su adiestrador en 'La voz', Antonio Orozco, que se rapó el pelo en directo para cumplir su promesa. «Era mi ídolo antes de conocerle, y tenerle ahora aquí conmigo es como si a un crío de 8 años le ponen a Cristiano o a Messi al lado», sentenció.