LA ACTRIZ ADELANTÓ SU VIAJE PARA RODAR 'RED LIGHTS' PARA IR A UNA ACTUACIÓN Y CENAR CON EL CANTAOR

Sigourney Weaver vuela de París a BCN para ver a El Cigala

Sigourney Weaver y Diego El Cigala, la noche del martes en el Artèria Paral·lel.

Sigourney Weaver y Diego El Cigala, la noche del martes en el Artèria Paral·lel.

FERRAN IMEDIO
BARCELONA

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Lo deDiego el Cigala ySigourney Weaver es puro sentimiento. Hondo, como el flamenco. Hay química entre el cantaor y la actriz. Pero más que amor, admiración, veneración mutua. ¿Cómo se entiende entonces que la estrella de Hollywood abandonara antes de tiempo París, donde estaba descansando estos días, porque adelantó su viaje a Barcelona? ¿Acaso quería preparar con tiempo las escenas del rodaje deRed lights,filme deRodrigo Cortésen el que también intervieneRobert de Niro?No.

Pretendía, como así fue, asistir a la presentación del DVDCigala & Tango, un concierto que se grabó en el teatro Gran Rex de Buenos Aires. Deseaba ver la actuación posterior de su cantaor preferido, quería cenar y tomarse unas copas con él y con su gente. Todo eso hizo antes de volver a ponerse ante las cámaras en la piel de una doctora especializada en descubrir fraudes donde otros ven fenómenos paranormales.

«¡PRIMO, LA CHICA DE 'ALIEN'!» / Todo empezó el 2 de marzo en los camerinos el Palau de la Música. Tras ver la actuación deEl Cigaladesde un palco lateral, la intérprete fue a felicitar al cantaor, que había ofrecido una sesión de flamenco puro y duro en el marco del Festival del Mil·lenni. La magia, intérprete mediante, saltó entre ellos. El madrileño no salía de su asombro: «Primo, ¡la chica deAlien!», exclamó tras el encuentro en el que le invitó a la cita del martes por la noche, en que presentaba su discográfica, Cigala Music.

Weaverle tomó la palabra y, como una fan más, hizo lo posible y lo imposible por acudir alshow celebrado en el Artèria Paral·lel, en el que también actuaron otros artistas del nuevo sello:Yelsy Heredia, contrabajista cubano del ya míticoLágrimas negras; el trompetista neoyorquinoJerry González (con su grupo, El comando de la clave), y el jerezanoDiego del Morao, guitarrista con pedigrí, cuarta generación de una familia de artistas flamencos (su bisabuelo fue cantaor y su padre,Moraíto el Chico, guitarrista deJosé Mercé). A las 20.30 horas,Weaverya estaba en un teatro lleno de seguidores (unos 750). Se tragó la proyección delmaking of del DVD, el concierto en Buenos Aires, las actuaciones posterior deEl Cigala, Heredia, GonzálezyEl Morao,y las anchoas de Getaria, las croquetas, el jamón y las mil y una tapas bien regadas con vino con las que cerraron una velada inolvidable. Durante la cena, celebrada en el Club 41ºN, en el mismo Artèria Paral·lel, el cantaor, eufórico, y sus amigos artistas improvisaron otroshowpara los 40 privilegiados que se acostaron cuando ya casi era de día.

RODAJE EN EL ESTADIO DEL ESPANYOL / Ayer, cuando ya oscurecía, el equipo deRed lightsvolvió al trabajo. El escenario elegido fue el bulevar que hay entre el estadio del Espanyol y el centro comercial Splau!. Comenzaron pasadas las seis de la tarde y siguieron hasta bien entrada la madrugada, casi tan tarde como la cita entreEl Cigala, de 43 años, y laWeaver, de 62. El viernes acabará el rodaje en Barcelona antes de que el equipo de la película viaje a Canadá. La visita al campo de Cornellà-El Prat fue una excepción en la agenda de trabajo de los últimos días, ya que el rodaje se ha llevado a cabo en una nave industrial de Can Batlló, cerca de la plaza de Cerdà.