las CONFESIONES DEl popular comunicador barcelonés

Sardà regresa a la niñez

El periodista publica sus memorias, 'Mierda de infancia', tras fichar por Ediciones B

Sardà, en su primera comunión (a mediados de los 60), en la radio (1991) y en 'Crónicas marcianas', con Carlos Latre y Boris Izaguirre (2003).

Sardà, en su primera comunión (a mediados de los 60), en la radio (1991) y en 'Crónicas marcianas', con Carlos Latre y Boris Izaguirre (2003).

   CARMEN MUÑOZ / Barcelona

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Xavier Sardà vueve a ser noticia. Esta vez, por un libro en el que se desnuda para contar capítulos de su vida que le han dejado marcas eternas como la pérdida de su madre cuando era niño o la muerte de su hermano pequeño por las drogas y el sida. El periodista ha fichado por Ediciones B y publica Mierda de infancia, unas memorias que saldrán a la venta el 11 de abril y que se inician en Montcada, donde se vio obligado a vivir junto a su hermanoJuanbajo la tutela de los que él llama «falsos abuelos» (el segundo marido de su abuela materna y la esposa de este, con la que se casó tras enviudar). Le obligaron a separarse de sus hermanos mayores,Rosa Maria, Santi yFede, que se quedaron en Barcelona con su padre. Con el tiempo se enteró de que aquella separación que tan poco le gustaba se debió a la enfermedad de su madre. El padre y sus hermanos se volcaron en atenderla y no podían cuidar a los más pequeños.

Sardà recuerda que el día de su comunión fue de los últimos que vio a su madre. Lo guarda en su memoria porque aquel día, ante los invitados, ella le dio un bofetón porque simuló comulgar con una galleta.

FINA IRONÍA / Escrito con la fina ironía que le caracteriza, el periodista desvela que no llegó a conocer a sus verdaderos abuelos. A uno de ellos, el paterno, lo asesinaron de tres disparos, un crimen que nunca fue investigado y que la familia atribuye a motivos políticos. Precisamente, el señor Casamajor surge de aquellos yayos que no conoció.Sardàcreó un falso abuelo pero hecho a medida.

El periodista va desgranando en las páginas del libro los acontecimientos que marcaron su adolescencia en los últimos años del franquismo, lo mal que le sentó el primer porro que fumó, sus vivencias ante la ejecucción dePuig Antich,su militancia en el PSUC mientrasFrancoagonizaba, la paliza que le dieron losgrisesen una manifestación, su paso por la universidad, la mili en Valencia, la muerte de John Lennon,el 23-F...

También es emotivo el relato de la muerte de su padre, ocurrida una noche de San Juan mientras en Barcelona estallaban los petardos y la gente se divertía en las verbenas. Y la desgarradora pérdida de Juan, su hermano pequeño, a los 26 años, a causa del sida, en el invierno de 1988. Ambos están enterrados en el cementerio de Montjuïc con su madre, a pocos metros de la tumba dePuig Antich. Se trata de un libro donde el dolor se solapa con la ironía y que merece la pena no perderse.