La cantante, de 84 años, revive su época dorada en Hollywood

Sara Montiel vuelve a conquistar EEUU

La diva rememora anécdotas y canta en una minigira por el país

Sara Montiel en el Instituto Cervantes de Nueva York

Sara Montiel en el Instituto Cervantes de Nueva York / periodico

IDOYA NOAIN

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La distancia da perspectiva. En Estados Unidos, por ejemplo, el océano y el tiempo mantienen alejado a un personaje al que España está bastante acostumbrado. Pero distancia no es olvido. Y cuando la Universidad de Cincinnati organizó un simposio de dos días centrado enSara Montiel, se puso en marcha elSaritour, el nombre oficioso de una gira que ha llevado esta semana al campus de Ohio y a las sedes del Instituto Cervantes de Chicago y Nueva York a una artista que en animados coloquios, recitales y ruedas de prensa ha reconquistado corazones, mayoritariamente de la comunidad española e hispana, pero no exclusivamente.

«En términos de legado cultural de cine y música,Sara Montiel es la diva más grande, importante e internacional de España», aseguraIsrael Rolón-Barada. Este coautor de una biografía deCarmen Laforet es el doctor en Filología del Departamento de Lenguas y Literaturas Romance del campus de Cincinnati que ha organizado la visita deMontiel, que también ha servido para analizar su papel como icono gay y para destacarla como una de las niñas de la guerra civil española y mujeres de la posguerra que rompieron barreras.

ÉXITO DEL 'SARITOUR'

El éxito de las diversas convocatorias delSaritourha sorprendido y emocionado a la artista manchega. «Pensaba que mi época había pasado», confesó el viernes tras el último de sus actos públicos, que la han dejado «muy emocionada y anonadada de tanto cariño». Como si fuera laElizabeth Taylor española, y a unos 84 años que pasan más factura al cuerpo que a la memoria, laMontiel desbordó de anécdotas y memorias unas charlas que se llenaron de los recuerdos de un Hollywood añorado, ese en el que ella se codeaba con el que sería su esposo,Anthony Mann (con el que se casó inarticulo mortis ) y con figuras comoArthur Miller, Marilyn Monroe, Billie Holiday¿

En un encuentro con la prensa en Nueva York el viernes recordó, por ejemplo, un percance que vivió en la ciudad que estuvo a punto de acabar con ella en la cárcel. A finales de 1954 había quedado a comer conHoliday. Pese a que tenían reserva en el Four Seasons, les hicieron esperar, y acabaron diciéndole que ella sí podía entrar pero la cantante negra no. «Entonces no tenía la tranquilidad de ahora», reconoció, para pasar a contar cómo empezó a coger manteles y hacer saltar por los aires los platos de cuatro o cinco mesas hasta que llegaron la policía y representantes de los consulados español y mexicano. El incidente se cerró con una multa de 600 dólares de la época («entonces era dinero»).

Montiel prometió seguir dando guerra («yo si descanso me aburro mucho»), lanzó algunos dardos a un canal de televisión al que identifica con el periodismo carroñero y, sin falsa modestia, se reconoció pionera en haber puesto una pica en Hollywood queAntonio Banderas tardaría cinco décadas en volver a plantar (y más aúnPenélope Cruz yJavier Bardem). «No quiero decir que fuera súper, súper, súper; pero un poco súper sí era». Como ha sido habitual en sus charlas, las risas y los aplausos le han dado la razón.