Piko Taro: así es el japonés que desafía el trono del 'Gangnam style'

"Tengo un bolígrafo, tengo una manzana… ¡Ugh! Bolígrafo-manzana. Tengo un bolígrafo, tengo una piña… ¡Ugh! Bolígrafo-piña. Bolígrafo-manzana, bolígrafo-piña… ¡Ugh! Bolígrafo-piña-manzana-bolígrafo". No hay más. No busquen dobles sentidos, subtextos ni metáforas.Y con eso lleva el tipo toda la semana en los medios, desde la CNN hasta la BBC; ha hablado en la sede de corresponsales extranjeros de Japón, y este cronista se propone pergeñar un artículo de 3.700 caracteres con espacios. Vamos allá.

Los sesudos debates sobre las razones del éxito planetario de la composición son superfluos. Estamos en el 2016. Piko Taro triunfa porque sublima la idiotez. La videoteca reciente descubre a tipos ridículos, melodías infames y coreografías simplonas, pero nadie había depurado antes tanto la insustancialidad. Vemos al ínclito Piko Taro y las camisetas de King África parecen de una sobriedad victoriana; en las letras de Georgie Dann descubrimos argumentos para otro Nobel de Literatura musical, y el etéreo galope de PSY sugiere a Nureyev. Y todo en apenas 45 segundos porque no había para más. El vídeo costó menos de mil dólares y fue finiquitado en un estudio alquilado en seis horas.

EFECTO MARIPOSA

El consumo de masas requiere de productos desvestidos de complejidad y ninguno está más desnudo que los bolígrafos frutales de Piko Taro. Ahí queda el 'metro patrón' para los que ansíen la fama global después de Piko Taro, no les será fácil.

Su éxito apuntala otro par de certezas: que nunca faltarán razones para odiar a Justin Bieber y que internet ha potenciado la teoría del aleteo de la mariposa. Un barbilampiño canadiense cuelga el vídeo en su cuenta de Twitter y el mundo entero imita semanas después los espasmódicos movimientos de un japonés ignoto. Ocurrió el 28 de septiembre y los casi 90 millones de seguidores del Biever crearon a Piko Taro.

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El vídeo acumula 450 millones visualizaciones en la red, Piko Taro se ha convertido en el primer japonés en acceder a la prestigiosa lista estadounidense 'Billboard Hot 100' y en ella ostenta el récord de la canción más corta de la Historia. Piko Taro abriga planes ambiciosos. En breve sacará la versión extendida de dos minutos y ha firmado su inminente primer álbum con multinacionales como Sony. La liturgia exige también los tributos o 'covers' y los del bolígrafo-piña-manzana-bolígrafo se cuentan por miles. Citemos a las reputadas artistas niponas Riko y Rika, versiones dignificadoras de rhythm and blues o inquietantes de heavy metal, además de la abiertamente aterradora de la celebridad tailandesa Happy Polla (sic), por hacer la lista corta.

ADMIRADOR DE MARIAH CAREY Y STEVIE WONDER

El éxito global de Piko Taro ha forzado a la prensa global a sumergirse en la japonesa sin mucho resultado. El artista era un semidesconocido hasta que Justin Bieber le apadrinara. Piko Taro es un personaje del humorista Kosaka Daimaru, que a la vez es el alias de Kazuhiko Kosaka. Nació en la prefectura de Chiba en 1973, tiene el grupo sanguíneo A, admira a Stevie Wonder y Mariah Carey y cofundó la banda músico-humorística No Bottom. Kosaka potenció el personaje de Piko Taro tras comprobar en sus espectáculos que llegaba a la gente y abrió una cuenta en Facebook que ya suma 11 vídeos del corte del bolígrafo-piña-manzana-bolígrafo. 'Neo sunglasses', su último trabajo (sic), ya acumula siete millones de visitas.

Piko Taro frecuenta hoy los platós. El tipo asegura que quiere actuar en el Madison Square Garden y se propone explorar otras temáticas como la paz mundial, el amor filial o la existencia de la materia negra. El mensaje de su éxito, desvela, es que manzanas y piñas pueden unirse con un bolígrafo de por medio. Y niega que la vida le haya cambiado: «Ha pasado menos de un mes. Aún no he recibido el cheque».

OTRAS LOCURAS VIRALES

'GANGNAM STYLE'. PSY. El clip de PSY no solo rompió literalmente el contador de Youtube: también descubrió el fabuloso pelotazo que puede suponer una cápsula rematadamente absurda y pegadiza.

'LA MACARENA'. Los del Río. En el año 10 antes de Youtube (o sea, por allá 1995), este zam-bombazo ‘protoviral’ dio la vuelta a la galaxia y llegó a ser la sintonía (y coreografía) de la reelección, en 1996, de Bill Clinton.

'EL POLLITO PÍO'. La emisora romana Radio Globo se descolgó con este dislate que pronto voló por internet y mutó en 17 lenguas. Solo la española sumó 867 millones de visualizaciones.

'THE FOX'. Ylvis.«El perro hace guau, el gato miau, la vaca mu y el pato cua. Pero hay un sonido que nadie conoce: ¿qué dice el zorro? ¿Ding, ding, ding, ding ding ding? ¿Wapapapapapapow?». El crescendo, de extremos psiquátricos, tiene más de 600 millones de clics. 

'HARLEM SHAKE'. Filthy Frank

¿Recuerdan? La escena empieza con una persona bailando, a menudo enmascarada, sin que nadie a su alrededor se inmute. En el plano siguiente, todo el mundo baila como si recibiera electroshocks y no hubiera manaña. En sus primeros nueve días registró 11.000 versiones.

'TROLOLÓ'. Eduard Jil .La vocalización del himno ruso ‘Estoy muy contento, por fin vuelvo a casa’ es de 1976. Pero, para alivio del barítono, nadie supo de ella hasta que alguien la subió a Youtube en el 2010. El resto –30 millones de visualizaciones– ya es historia pop.

'CHICK, CHICK'. Wang Rong Rollin. Díficil de definir esta contribución china al pelotazo viral. La cantante, como poseída por una Lady Gaga a su vez poseída por una gallina, cacarea con histeria mientras inquiere: «¡¿Quién robó la comida de mis pollos?!». Un gallinero-frenopático que en su primer mes visitaron 10 millones de usuarios.  

'LA SALCHIPAPA'. Leticia Sabater. Sí, la canción cumple con los peores pronósticos que podría aventurar el título. Sin embargo, no se sabe qué es lo más raro: si oír a la presentadora hablar como si fuera la hermana de Pitbull o que el vídeo tenga casi cinco millones de visitas.