UN AS DEL CAJÓN

Pepe Motos cautiva a Mayte Martín

El percusionista flamenco actúa como cantautor en el Lliure

El percusionista flamenco Pepe Motos, a la guitarra.

El percusionista flamenco Pepe Motos, a la guitarra.

LUIS TROQUEL / BARCELONA

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En los años 90, Catalunya adquirió una insólita relevancia como cantera flamenca. Mayte Martín prendió la mecha y tras ella un puñado de artistas llamados a convertirse en figuras. Cualquiera que vivió tan vital escena recordará que, al cajón, estaba siempre Pepe Motos. «Yo empecé a tocarlo cuando aquí el cajón casi ni se conocía», recuerda. «Por entonces, los que había los traían directamente de Perú y a mí me envió uno Antonio Carmona». 

Debutó muy joven, nada menos que con La Susi en el antiguo Palacio de los Deportes de Barcelona, en un festival en el que también cantaba Camarón. Pocos saben que el 'cajón' por excelencia del despertar flamenco catalán nació en Madrid. «Pero me instalé aquí con ocho años, en Gavà, justo al lado del famoso Tropical», dice. Fue al fallecer su padre, el legendario guitarrista José Motos; gitano salmantino y primo hermano de Rafael Farina.

 

Pocos saben también que Motos es además un inspirado cantautor flamenco. Y este lunes, a las 21 horas, estrena su disco 'Kódigo flamenco' en la sala grande del Teatre Lliure de Montjuïc.  «Fue Lluís Pasqual quien me lo propuso, tras participar en su espectáculo 'El caballero de Olmedo'». Un concierto especial con nutrida banda de lujo y la colaboración de Mayte Martín, quien dice de él:  «Se expresa con un lenguaje propio y atrapa a cualquiera con su cautivadora frescura de niño grande».

Martín también canta en la canción 'Despacito' de este 'Kódigo flamenco' y originó otra de sus piezas más sentidas. «Ella escribió un texto donde explicaba cómo nos estaban quitando todos los bares y teatros bonitos de Barcelona. Me gustó tanto que me animó a escribir una canción, pero cuando estaba trabajándola murió Paco de Lucía…». Y a su memoria terminó dedicada esta 'Ausencia'.

Hay otra dedicatoria musical, por alegrías, a la madrina de su hijo, Sara Baras. Con ella estuvo siete años recorriendo el mundo, componiendo además para sus espectáculos y acompañándola en su eventual unión artística con Chavela Vargas. «Vivía fuera de casa 360 días al año». Y casi como de la familia, el gran Diego Carrasco también participa en tan flamenco 'Kódigo'.