tres años después de la muerte de la diva

Guerra total en la familia de Whitney Houston

El novio de la hija de la cantante, en coma, ataca al padre, Bobby Brown

Nick Gordon y Bobbi Kristina, hija de Whitney Houston y Bobby Brown, en un estreno en agosto del 2012.

Nick Gordon y Bobbi Kristina, hija de Whitney Houston y Bobby Brown, en un estreno en agosto del 2012.

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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El ocaso de la familia de Whitney Houston es una de esas historias profundamente desagradables que revelan cómo la fama, el dinero, la testosterona y las drogas pueden ensanchar la podredumbre del género humano hasta límites insospechados. Ya lo saben, la hija de Whitney, Bobbi Kristina, agoniza en un hospital de Atlanta desde que la encontraran sumergida en la bañera el pasado 31 de enero. Y mientras la chica se muere, su familia se entrega a las intrigas y los navajazos para dirimir quién está más cerca de ella. No es solo una cuestión de amor y lealtad: en juego podría estar la herencia legada por Whitney a su única hija.

Desde que Bobbi Kristina (Krissy, de 21 años) fue ingresada en un hospital de Atlanta, donde permanece en un coma inducido (le han hecho una traqueotomía), su padre, el rapero Bobby Brown, ha estado todo el tiempo a su lado y no ha dejado que entre a verla su compañero sentimental, Nick Gordon, argumentando que antes le debe explicar qué pasó la fatídica jornada en la que su hija se ahogó en la bañera. Ambas partes no se hablan. Lo hacen a través de sus abogados y de las redes sociales. Gordon ha hablado ahora en Twitter: «Bobby ha visto a su hija cuatro veces en los últimos cinco años. Él y su familia quieren el dinero de Whitney, que es de Krissy o Cissy [Houston]». Esta última es la madre de Whitney, abuela de Krissy.

Veinte días antes del accidente de Krissy, que según la revista People quedó inconsciente en la bañera por el efecto de las drogas -aparentemente llevaba meses abusando de la heroína, la cocaína, el Xanax y el alcohol—, ella y Gordon anunciaron que se habían casado. No solo mostraron las fotos del anillo, sino que ella lo definió en algunas entrevistas como un «marido increíble».

Pero solo unos días después, los abogados de papá Brown aseguraron que nunca llegaron a casarse, es decir, que todo había sido una farsa. No está claro quién miente en esta historia, pero el detalle es importante porque podría determinar quién se queda con los 100 millones de dólares (casi 90 millones de euros) estimados de la herencia de Whitney en caso de que su hija muera. Según un experto consultado por Fox News, muy probablemente su esposo se quedaría con el dinero de ser legal el matrimonio; de otro modo, iría para Brown que, hasta su divorcio de Whitney en el 2007, se dedicó a maltratarla física y psicológicamente.

Ni los Brown ni buena parte de los Houston vieron con buenos ojos la relación de Krissy con Gordon porque el veinteañero, que es huérfano, se crió en casa de Whitney desde la adolescencia, aunque nunca fue formalmente adoptado. Últimamente la relación había empeorado. El año pasado, un juez ordenó a Gordon que se mantuviera alejado del administrador de la herencia, miembro de la familia Houston, por haberlo amenazado de muerte en respuesta a su negativa a subirle la paga que cobraba de la herencia.

Ahora Gordon se dedica a maldecir a su familia política y Brown aparenta ser un padre modélico en el lecho de muerte de su hija, con la que pasaba meses sin hablar.