Hepburn, foto a foto

Se dijo que era «la actriz más elegante del mundo». Una estrella del cine, una musa de la moda y un ser humano con un enorme corazón. Audrey Hepburn es la protagonista de la exposición que el 2 de julio inaugurará la National Portrait Gallery de Londres y que permanecerá abierta hasta el 18 de octubre. Un recorrido fotográfico por la carrera y la vida personal de una mujer que rompió con los cánones habituales de belleza en Hollywood. Una colección de retratos de fotógrafos consagrados como Cecil Beaton y Richard Avedon, mezclados con imágenes nunca vistas antes, como la de la actriz bailando a los 13 años.

Las fotos inéditas pertenecen al álbum familiar y han sido cedidas a la galería para esta ocasión por Sean Ferrer y Luca Dotti, los dos hijos de la artista. «Estamos encantados de poder colaborar en una exposición tan bella y completa dedicada a nuestra madre, aportando algunos momentos desconocidos de su pasado», ha señalado Luca. Sean, el mayor, ha descrito a su madre como alguien «igual a como se la veía en la pantalla: humilde sencilla, divertida, emotiva, fuerte, delicada».

LOS AÑOS LONDINENSES

Hepburn nació en Bruselas en 1929 y llegó a Londres a los 19 años para estudiar danza en la Rambert Ballet School. La exposición pone especial interés en esos años londinenses poco conocidos, en los que trabajó ocasionalmente como modelo. Coincide además con el 65º aniversario de una de sus primeras actuaciones en un musical llamado Petite Sauce Tartare, en el night club Ciro, que se hallaba donde hoy precisamente se encuentran los archivos de la National Portrait Gallery.

En muchas fotos expuestas es posible ver a Hepburn tras las cámaras. El fotógrafo Mark Shaw, que trabajaba para la revista Life, tuvo acceso exclusivo al plató durante el rodaje de Sabrina en 1953. La actriz también aparece en su camerino durante su actuación en Gigi en Broadway.

La exposición recrea la relación de la estrella con el modisto Hubert de Givenchy, que adoraba su elegancia natural. Ella le correspondía con una admiración sin límites. «Con sus ropas me siento yo misma», dijo en una ocasión. De Givenchy era el modelo que llevaba en su filme más celebrado, Desayuno en Tiffany's. No se ha olvidado tampoco la faceta humanitaria de sus últimos años como embajadora de Unicef, tarea que ejerció desde 1988 hasta su muerte, víctima del cáncer, en 1993. «Era un ángel», dijo de ella Elizabeth Taylor, al saber de su fallecimiento. Un año antes había nacido Emma, su nieta, que ahora estudia arte en Florencia y está dando los primeros pasos en el mundo de la moda. El año pasado fue portada de Harper's Bazaar.

La muestra se completa con pósteres originales de las películas, revistas en que fue portada y un catálogo con 60 retratos, algunos de ellos inéditos.