Barcelona expone un centenar de modelos de la alta costura catalana

Catalunya tuvo en los años 20 una gran conexión con París, capital de la moda, gracias a la industria téxtil que se desarrolló fundamentalmente en Sabadell y Terrassa. Fue la época dorada de una moda genuinamente catalana que dio nombres tan importantes como Manuel Pertegaz, Pedro Rodríguez, Carmen Mir, Asunción Bastida, Rosser y Pedro Rovira, entre otros. El Palau Robert ha reunido un centenar de trajes de estos maestros de la alta costura, entre los que también se incluyen piezas de Balenciaga, Margarita Nuez (autora de muchos sastres de la reina Sofía) y de casas importantes como Santa Eulalia y El Dique Flotante.

Las creaciones provienen de la colección privada de vestidos Antoni de Montpalau y se exhiben por primera vez en Barcelona después de haber sido presentadas en el Museo del Traje de Madrid y en otras ciudades como Oviedo y Teruel.

El crítico de arte y comisario de la exposición, Josep Casamartina, explicó ayer que la muestra «revaloriza la alta costura barcelonesa y catalana del siglo XX, y pronosticó que tendrá «muy buena acogida» entre el público, ya que 41.000 personas la visitaron cuando fue presentada en el Museo del Traje de Madrid. También recalcó el buen emplazamiento de la muestra, pues el Palau Robert se encuentra en el cruce de Rambla Catalunya, Paseo de Gràcia y la Avenida Diagonal, «tradicionalmente ocupado por las tiendas de alta costura».

Según el comisario de la muestra, se puede hablar de una moda catalana a partir de diversos acontecimientos que tuvieron lugar en la ciudad: la apertura en 1919 de la primera tienda de Pedro Rodríguez, la inauguración de una sucursal de Lanvin un año después en la Rambla de Catalunya y la organización del salón de la moda con desfiles pioneros en el Estado español. En 1920 se abren secciones de alta costura en Santa Eulalia y El Dique Flotante y Pedro Rodríguez se consagra como puntal de la moda española junto a Balenciaga.

La exposición tiene una sección donde se pueden ver los bocetos de los modelos de Pedro Rodríguez, protagonizados por Clara Angela López, «la modelo preferida por Rodríguez en los años 50», explicó Casamartina. Y en un aparador se exponen muestras de los bordados de la casa catalana Luguel, la misma que bordó el espectacular traje de novia de Letizia Ortiz obra de Pertegaz.

Tampoco faltan los sombreros de Maison Germaine y Pilar Gabasa (esposa del periodista Jaime Arias) y los zapatos, algunos de Loewe, Álvarez y Durany. Sobre este último Casamartina explicó una anécdota: «Le hicieron un consejo de guerra por vender unos zapatos con precio excesivo».