tú y yo somos tres

Óscar en la tele

FERRAN MONEGAL

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Se lo disputan las teles. Es natural. La tragedia -finalmente bien resuelta- deÓscar Sánchez, el lavacoches de Montgat, es una historia que tiene todos los ingredientes para ser fagocitada y exprimida en los platós. O sea que a mí me asaltó una especie de miedo cuando le vi aparecer enEl programa de Ana Rosa(T-5). La condición existencial deÓscares tan atractiva como ingenua. Tiene una manera de ser, una forma de expresarse, que se nota que se entrega abiertamente. O sea que el temor era fundado ante una criatura que alberga esta franqueza. Y es justo consignar inmediatamente que la entrevista que le practicó Ana Rosa Quintanafue de gran limpieza. Con ternura incluso. Sin escarbar morbosamente. Hubo instantes en que incluso, a pesar de la dureza de la historia, apareció un sanísimo sentido del humor, desdramatizador, que ayudó a humanizar el encuentro. TambiénSusanna Griso(A-3 TV) se refirió ampliamente al tema en suEspejo público. Pasó una conexión con Montgat en la queÓscarle mandó un simpático y emotivo requiebro. Refiriéndose a ella, y a los medios de comunicación que le han apoyado, exclamó:«Daros las gracias es poco. ¡Os daría mi corazón, pero solo tengo uno!». Y me cabe la satisfacción de certificar que niAna RosaniSusannahan escatimado elogios hacia este diario, EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, reconociendo que desde el principio, desde hace más de año y medio, ha sido el motor, el divulgador, el impulsor, el que ha dado a conocer al mundo el tremendo y desquiciado laberinto en el que injustamente estaba inmerso Óscar. Refiriéndose al equipo de periodistas de este diario que han hecho posible no solo el conocimiento público de la historia, sino su final feliz, decíaSusanna:«El mérito de que se haya acabado la tragedia de Óscar es de EL PERIÓDICO. Y nosotros, a remolque de él, nos sumamos». ¡Ah! Ha sido hermoso, por raro, este reconocimiento de la tele.

SIN BRAGAS.-Hay excitación en los ambientes monárquicos ante el gesto deMerceditas Milá. Se levantó la falda, enseñó el culo al mundo, y -como diríaSabina- quedó la luna al descubierto. O sea, llevaba pantis, pero bragas no. Puede que llevase un tanga minúsculo, de esos que son un hilo que no tapa nada en absoluto. ¡Ahh! Como que esta criatura acaba de heredar el título de condesa de Montseny, en los ambientes cortesanos hay alarma y susto.