entrevista

Jorge Oller: «El bloqueo a Cuba nos sigue lacerando de forma cruel»

Un cuarto de siglo disparando con su cámara a Fidel Castro. Este reportero gráfico ya jubilado, nacido en Barcelona, fundó con varios compañeros el diario cubano 'Granma'. Ha vivido el antes y el después de la Revolución desde la atalaya del fotoperiodismo.

Jorge Oller, en el estudio de su casa, con una foto suya de Fidel y, detrás, en la pared, otra de Che Guevara.

Jorge Oller, en el estudio de su casa, con una foto suya de Fidel y, detrás, en la pared, otra de Che Guevara.

ÓSCAR HERNÁNDEZ

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En una coqueta casa cerca del aeropuerto de La Habana, en el que fue un barrio residencial de artistas del mundo de la radio y la televisión antes de la Revolución, vive una activa jubilación Jorge Oller Oller (Barcelona, 1929), periodista gráfico cubano de raza y formación que ha introducido muchas imágenes en la historia.

En su currículum pesa haber fundado el diario cubano Granma, pero sobre todo acompañar al presidente Fidel Castro en muchos de sus viajes internacionales: una treintena de países en 26 años (1965-1991), incluida su histórica comparecencia ante la ONU en Nueva York como presidente de los países no alineados. Separado de sus cámaras al jubilarse en 1991, Oller, que ahora tiene 86 años, muestra su visión del periodismo gráfico en un blog en la web de Cubaperiodistas.cu.

-Clases de periodismo por internet.

-Lo que hago es comentar fotografías que me parecen interesantes con la particularidad que en todos los comentarios me baso en mi propia experiencia o en el testimonio de alguna persona que la ha vivido personalmente o conocía al que la protagonizó. Y me interesa especialmente aclarar la identidad del fotógrafo que hizo una determinada  imagen cuando existen dudas.

-A veces son fotos icónicas.

-Sí. Hay una de Fidel Castro junto a un tanque en playa Girón que tenía tres supuestos padres. Había que buscar el origen. Resultó ser de Tirso Martínez. Son cosas que explico en el blog: qué hay detrás de cada foto. Escribo un artículo a la semana.

-Usted no era el fotógrafo oficial de Fidel, pero casi, ya que  iba a muchos de sus viajes. ¿Qué imagen destaca?

 

-Hay muchas. Recuerdo una vez  una cumbre de países no alineados donde hice la foto del comandante con Indira Ghandi. Estábamos allí  unos 300 fotógrafos. Después de hacer la foto, que tuve que tirar desde arriba, con los brazos en alto, la policía india nos hizo salir a todos de la sala. Pero yo no me quería ir porque no tenía la foto todavía. Y me quedé. Un policía se acercó e intentó sacarme y otro hombre se interpuso y convenció al agente para que me dejara estar allí, en un pasillo. Luego, al darle yo las gracias, le pregunté quién era y por qué  me ayudaba. Y para mi sorpresa me contestó que  era el embajador de la India en Cuba.

-¿Y su primera foto de Fidel?

 

-Fue en 1955, cuando, muy joven, salió de la cárcel de  la isla de Pinos. Yo estaba en la estación y le fotografié asomado a la ventanilla del tren con una bandera cubana. No volví a fotografiarle hasta después del triunfo de la Revolución. Luego, como fotógrafo del Granma, pude viajar con él, Para mí era un halago estar cerca suyo. Siempre me sentía impresionado, porque Fidel impresiona.

 

-Le costó captarle con Allende.

-En el palacio de La Moneda los fotógrafos no podíamos movernos  porque había muchísima gente. Solo veía la cabeza de Fidel, pero no a Allende porque era bajito. Vi un espejo grande en el salón y aproveché mi ángulo para tomar una de las pocas fotos que hay de ese encuentro.

-¿Qué  siente al tener la gran foto?

 

-Yo era muy joven y trabajaba en el diario Información. En 1950. Allí el jefe siempre me criticaba las fotos. Pero un día hice una formidable que incluso colocó en portada. Yo entonces me puse a su lado esperando su reacción. El se quedó mirando y me dijo : '¿Y tú qué miras?'. Le dije que esperaba una felicitación y me replicó: '¿Y para qué coño te pago yo?'.

-Eso fue antes de la Revolución de 1959. ¿Varió su forma de trabajar con el cambio político?

 

-Antes había tres tipos de noticias: la policiaca, la social y las del día. En las primeras, cuanta más sangre, mejor. Las sociales hablaban de fiestas de alta sociedad. Con la revolución hicimos más trabajo social. Íbamos al campo, fotografiábamos a los trabajadores, a la gente del pueblo.

-Y ahora ¿cómo ve los avances tecnológicos en la fotografía? ¿Amenazan la profesión?

-La tecnología es formidable, pero tiene un problema. Ahora cualquiera puede hacer una foto. Nosotros éramos químicos, fotógrafos, artistas... Hasta que llegó la vulgarización de la fotografía, en la que se aprieta un botón y ya está. Las nuevas cámaras y los teléfonos móviles nos hacen la competencia. Pero eso ya pasó al principio, hace décadas,  cuando la fotografía, que solo se hacía en un estudio en sus orígenes, salió a la calle. Y aparecieron nuevas especialidades como el fotoperiodismo, la publicidad, los retratistas... Los fotoperiodistas también se tendrán que especializar. De momento, el reportero gráfico no solo tira fotos, es también un defensor de la ética. Eso es lo que me gusta del periodismo. Si no reflejamos la verdad, cometemos un fraude. Yo creo que el periodismo gráfico, nuestra profesión, no va a desaparecer, pero sí cambiará para mejorar. Cada vez requiere más esfuerzo, más ideas y una mayor intelectualidad. El fotógrafo debe tener una gran preparación intelectual y, por encima de todo, ser honesto.

-Siempre queda la foto.

 

-Es que es una imagen universal. No necesita ser explicada. La mejor pluma del mundo no captará una imagen de la misma forma. Y por eso los fotógrafos tenemos una gran responsabilidad. Además, cuando nos mandan a un trabajo tenemos la obligación de estar en el primer asiento de la primera fila. Cuando viajaba con Fidel yo apenas tenía tiempo de pensar porque hay muchas situaciones que no permiten una repetición.

-Una de sus fotos más especiales no la hizo usted. En ella, Fidel Castro le entrega el Premio Nacional de Periodismo. ¿Que sintió?

 

-Fue en 1991. La verdad es que me quedé pasmado. Incluso Fidel Castro me tuvo que decir 'Coge el premio con la izquierda' para que yo pudiera estrecharle la mano con la derecha. En ese momento pensé en la primera cámara de fotos que me compró mi padre cuando yo era un niño. Te pasa por delante la historia de toda una vida.

-Desde su punto de vista de observador ya jubilado,  ¿qué le parece la reapertura de las embajadas de Cuba y EEUU?

-Abre las puertas al camino del respeto, la igualdad, la tolerancia y la construcción de unas relaciones normales entre los dos países. Es probable que estas puertas, después de permanecer cerradas durante tantos años, tengan las bisagras muy oxidadas y de momento sea difícil abrirlas de par en par. Pero me parece  que existe la sincera voluntad de engrasarlas y de superar las diferencias de más de medio siglo.

-Mejorará la relación de su país con el resto del mundo. 

-Las relaciones de Cuba con la casi totalidad de los países del mundo son buenas y lo demuestra el hecho de que la Asamblea General de las Naciones Unidas, durante 23 años consecutivos, ha exigido a EEUU el fin del bloqueo contra nuestro pueblo. A pesar de esta petición de 188 naciones de las 193 que son miembros de la ONU y de la apertura de embajadas, el bloqueo continúa lacerándonos cruelmente. Frente a esta prepotencia destacan los valores humanos del pueblo cubano liderado por Fidel que, desde 1960 y con los pocos recursos que tenemos, ha auxiliado a cualquier parte del mundo que ha sufrido grandes desastres naturales, incluyendo los afectados por el ébola, enviando médicos, medicinas y alimentos. Esta solidaridad de los cubanos con los que necesitan ayuda ha merecido el respeto y admiración del mundo y, por supuesto, una vez suprimido el bloqueo, consolidará aún más estas relaciones de amistad y cooperación.

-¿Cuál sería la foto que mejor representaría este momento, su foto de portada?

-Para representar el acercamiento y la amistad hubiera retratado dos manos que se estrechan, delante de un paisaje de hombres y mujeres trabajando. La idea sería que las manos que han unido a los dos pueblos continuaran trabajando armoniosamente para fortalecer el futuro.

-¿Cuál es la mejor imagen de la historia reciente de Cuba, la que mejor resume medio siglo de Revolución?

-Pienso que la fotografía de Raúl y Obama dándose la mano en la Séptima Cumbre de las Américas celebrada en Panamá, porque marca el fin de una época de tensiones y un triunfo no solo para Cuba, sino también para los pueblos del mundo que nos han ayudado.

-Antes de emigrar a La Habana su familia vivió en Sant Cugat del Vallès. ¿Qué recuerdo le queda? 

-Mi padre fabricó la torre de Valldoreix en 1931, cuando yo tenía 2 años, y vivimos allí hasta 1935. Recuerdo el cariño y los cuidados de mis padres, los bosques y las pocas casas que nos rodeaban. También la nieve y a Leal, el perro-lobo que me permitía montarme sobre su lomo y darme unas vueltas por el patio. 

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