«A la gente le enternece la historia de los niños huidos»

Un día, Paula de Alba se fue a Montevideo. Quería vivir una aventura. Ella era de Cádiz, tocaba la guitarra, componía. En la capital uruguaya se presentaba en público: en bares y en la calle. Entonces, una mañana, mirando en internet, leyó la noticia. Una escuela de Barcelona. Dos niños de 5 años. Una huida. Un recorrido a pie y más tarde en tren. Querían, dijeron después, vivir una aventura. Paula de Alba, gaditana, 25 años, halló poesía en esa historia; le gustó tanto que la volvió canción. El paseo, la tituló.

–Me pareció una linda historia

--Una historia inspiradora, ¿no? Mucho. Me acuerdo de empezar a leer la noticia y pensar: «¡Aquí tengo una canción!»

–¿Le salió fácil? Me salió muy rápido. Estaba trabajando en un hostal y era temprano. Como tenía un rato libre, bajé la guitarra y empecé a hacerla. La primera frase me vino clara: «Por una puerta abierta se asoma el mundo».

–¿La escribió así, de un tirón? Casi. Ese día me hacían una entrevista en una radio, y al volver, en el autobús, me puse los cascos, escuché lo que tenía grabado y me sorprendí. «Huy, tiene buena pinta, tienes que seguirla». Me motivé mucho. Volví al hostal y no paré hasta que la terminé.

–¿Recuerda la primera vez que la tocó en público? Sí, en un concierto en El Brecha, un bar donde he tocado mucho. La historia de esos niños huidos enternece a la gente y antes de empezar la conté. Ahora lo hago siempre.

–¿Gusta? La canción, quiero decir. Sí, llega mucho, es bien recibida. Y el hecho de que sea una rumbita la hace especial.

–Hablemos ahora de su aventura. ¿Por qué se fue a Montevideo? Vine con una amiga. Habíamos acabado la carrera…

–¿Qué estudió? Estudié Periodismo. Habíamos acabado la carrera y estábamos viendo qué hacíamos con nuestras vidas. Ese momento, ¿sabe?, en que puedes hacer lo que quieras. Entonces pensé en venirme a Latinoamérica.

–¿Lo tenía tan claro? ¿Tenía que ser Latinoamérica? A mí Latinoamérica me llamó la atención desde siempre. En mi opinión, aquí se encuentran unos valores que en Europa se están perdiendo. Siento que esta parte del mundo es más humana. Hay mucho, mucho que aprender de Latinoamérica.

–¿Cómo le ha ido? ¿Está dedicada a la música? Yo siempre digo que si quieres cumplir sueños, en Montevideo puedes. Aquí está todo a mano, es fácil acceder a la gente que admiras, todo el mundo conoce a todo el mundo. Es como un pueblo ciudad.

–Se mueve entre la calle y los bares, ¿no? Sí, este año ha sido muy productivo musicalmente. He tocado bastante en la calle, lo cual es muy bonito, muy enriquecedor. Conoces gente, te abre puertas. Por verme en la calle me invitaron a una cena benéfica de un equipo de fútbol, por ejemplo.

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–Se la nota entusiasmada. Un día me presenté a una convocatoria del Centro Cultural de España para un evento que se llama Las noches bárbaras. Bueno, pues salí elegida. Me fue bien y a partir de ahí salían lugares, fechas, y fui tocando, tocando… Algo que me dicen los músicos de aquí es que estoy en todos lados.

–Van saliendo, las cosas. Van saliendo, sí. Ahora quiero grabar un disco. Grabé uno antes de venir a Montevideo, y ahora quiero grabar otro. Hice una convocatoria por Facebook y… Y salió una banda muy bonita.