Valla peligrosa en Lleida

Los vecinos del barrio de Ciutat Jardí de Lleida deben pasear con los ojos bien abiertos, avisaba uno de ellos, Roger Gavilan (médico, 34 años), en una carta enviada a Entre Todos: "En la calle del Monestir d’Aviganyà hay un terreno íntegramente vallado con alambre de espino, a pesar de que su uso está prohibido desde hace años". Después de quejarse el pasado mes de julio a la concejalía de Medioambiente del Ayuntamiento de Lleida sin recibir respuesta alguna, Roger, vecino de la zona desde hace cinco años, recurre a la denuncia pública porque teme "que alguien pueda resultar herido al acercarse a la finca".

En la zona, explica Roger, "juegan los niños y pasean numerosas personas», y varios metros de este tipo de alambrada "ponen en riesgo la seguridad de los vecinos, con el riesgo de heridas contaminadas por el óxido de la cerca". La legislación acerca del uso de este material depende de las comunidades autónomas, que coinciden en restringirlo a casos muy concretos, como el cercado de ganado pesado o de lugares de seguridad extrema, como los centros penitenciarios, por ejemplo.

Pero el terreno en cuestión no tiene presos dentro, por supuesto, y tampoco parece que esté siendo destinado a la ganadería. De hecho, Roger también se quejaba de "un estado de conservación nulo en el último año; los matojos secos llegan al metro y medio, con su correspondiente riesgo de incendio".

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Esta vez sí hay respuesta del ayuntamiento. Carolina Sorribas, del área de Prensa de la Paeria, explica que "a través de disciplina urbanística, el ayuntamiento ha efectuado los controles pertinentes sobre este solar", y que se le ha ordenado al propietario "la adecuación del cierre de la finca según el artículo 26 de las Ordenanzas de Policía y Buen Gobierno del ayuntamiento, así como la limpieza del solar". El dueño tiene de plazo para todo ello hasta el próximo 15 de septiembre, y de entrada, ha procedido ya a la limpieza. "Vino con el tractor y el terreno ya está limpio. Ahora ya solo falta la cerca", explicaba este viernes Roger, esperanzado.

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