entrevista con el CANDIDATO DEL PPC

Jorge Fernández Díaz: «El discurso del PP ha evitado que Anglada esté en el Parlament»

RAFA JULVE / NEUS TOMÀS
BARCELONA

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Jorge Fernández Díaz (Valladolid, 1950) será proclamado hoy oficialmente candidato del PP por Barcelona para el 20-N. Vicepresidente del Congreso, quiere sumar un mínimo de cuatro diputados más a los ocho que su partido logró en Catalunya en las elecciones del 2008.

-Hace dos décadas fue presidente del PPC y ahora, su candidato por Barcelona. ¿En qué ha cambiado la política catalana en esos 20 años?

-Hace 20 años, la defensa de la autonomía y la Constitución era un punto de encuentro de la centralidad política catalana. CiU se sentía representada en el Estatut y la Constitución. Hoy, por desgracia, están fuera de la Constitución porque lo dicen ellos. Y también del Estatut. Incluso hablan de una transición hacia la independencia. Ese es el cambio fundamental para mal, porque es evidente que el nivel de autogobierno de Catalunya es sensiblemente superior al de hace 20 años. Por tanto, no tiene explicación que digan que las cosas están tan mal que el marco jurídico es tan negativo que ya no les sirve.

-¿Y en qué ha cambiado el PPC?

-De entrada, en que somos la tercera fuerza política de Catalunya en las elecciones autonómicas y municipales. Somos un partido que garantiza la gobernabilidad y, por supuesto, somos partido de gobierno a nivel municipal, que era nuestra gran asignatura pendiente.

-¿En el PP catalán ya no se habla del sector fernandista, en referencia a usted y su hermano Alberto?

-Ese concepto lo acuñaron quienes nos querían poco, pero es verdad, ya no se habla de fernandistas. Eso quiere decir que el PPC está cohesionado. Y ahí hay que darle mérito a Alicia Sánchez-Camacho.

-¿Se conformarían con su récord de 12 diputados en las elecciones generales del 2000?

-No ponemos puertas a nuestra legítima ambición. Esos 12 diputados vinieron acompañados de mayoría absoluta en España y yo me he propuesto como reto no estar por debajo.

-Hay quienes critican que el PPC, para lograr esos objetivos, emplea discursos cuanto menos polémicos, como el de Xavier García Albiol con la inmigración en Badalona.

-El problema sería que la respuesta que diéramos a los ciudadanos fuera xenófoba o racista. Eso sería condenable, pero afrontar de cara los problemas y dar una respuesta desde la responsabilidad no es un derecho, sino un deber de los políticos. Nosotros decimos que la inmigración debe ser legal y ordenada, mediante convenios con los países de procedencia. Esas personas tienen el deber de respetar la cultura, la tradición y las leyes del país, y eso no significa que tengan que aprender a bailar la sardana. Quiere decir que costumbres que en sus países están aceptadas aquí no tienen cabida, como la ablación, la poligamia o el burka en espacios públicos.

-Pero algunas de las cosas que usted dice ya se están haciendo...

-Pero no había sido así. Ha habido manifestaciones pidiendo papeles para todos, cuando nosotros hemos dicho que la regularización masiva induce al efecto llamada. Son cosas que han creado problemas y me alegro de que la crisis haga aterrizar a todo el mundo. No puede haber la misma política de inmigración en momentos de expansión que en momentos de crisis. La mejor manera de combatir la xenofobia y el racismo, que son repugnantes, es afrontar de cara y con responsabilidad este tema. Y me atrevo a decir que gracias a que el PP afrontó con seriedad la cuestión en la campaña de las elecciones autonómicas y municipales, ahora no hay un partido xenófobo en el Parlament.

-Entonces, ¿debemos entender que el discurso del PP y Albiol evitó que Anglada esté en el Parlament?

-No tengo ninguna duda.

-¿Considera que el castellano está discriminado en Catalunya?

-Lo que considero es que no me parece razonable que el castellano, que es la lengua materna de más del 50% de los catalanes, y que es una lengua oficial en Catalunya, tenga en las escuelas el tratamiento de lengua extranjera. Que en el año 78 el catalán necesitara una discriminación positiva para normalizarlo es evidente, pero han pasado 33 años y el conocimiento del catalán es casi masivo, por lo que no se puede imponer el uso. Yo deseo que la escuela pública tenga un sistema educativo como el de las élites, que usan como lengua vehicular el catalán, el castellano y el inglés, el francés o el alemán.

-¿Y le gusta el modelo de la Comunidad Valenciana, con una línea en catalán y otra en castellano?

-No nos gusta y no apoyamos un modelo de separación de los estudiantes por razón de lengua. No hablo de Valencia, hablo de nuestra propuesta. Queremos que lo que es normal en la calle lo sea en el aula.

-Entonces, si ustedes gobiernan, ¿impulsarán una ley para que quede claro que el castellano tiene que ser lengua vehicular?

-No. No es esa nuestra voluntad. Si he dicho antes que las imposiciones no son buenas para estas cuestiones, tengo que ser coherente. Rajoy ha dicho: «Los grandes enemigos de las lenguas son los que las imponen y los que las prohíben».

-Hablando de Rajoy, ¿cree que está dispuesto a negociar el pacto fiscal que propone Artur Mas?

-La resolución aprobada el jueves en el Parlament no es el pacto fiscal, es el concierto económico. Y no me parece coherente la afirmación que ha hecho Mas de que quiere que esta sea una iniciativa de país con el hecho de que el PP y los socialistas queden al margen. Si queremos hacer política virtual, perfecto. Si queremos resolver problemas, ese no es el camino. Lo que mal empieza mal acaba. Y por último, para no dejar el discurso incompleto: por supuesto que Catalunya es solidaria. Es evidente que las regiones de mayor nivel de renta han de colaborar a la solidaridad interterritorial. Pero la solidaridad ha de tener un límite, que está en que no se ponga en cuestión el crecimiento y la competitividad.

-¿No veremos una negociación si Mas no cambia la estrategia?

-El sistema de financiación de Catalunya está vigente hasta el 2013. En todo caso, esa negociación no se verá hasta entonces. Además, por sentido común, la tarea prioritaria del Gobierno que salga de las urnas será salir de la crisis. ¿Qué vas a repartir ahora si no hay ingresos fiscales? Pongamos en marcha el país y entonces podremos hablar de cómo distribuir esas cargas. Ahora lo que pactaríamos es la miseria.