Análisis

Amigos y enemigos

ROSA MASSAGUÉ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La crisis se ha llevado por delante a los gobernantes que han tenido que lidiar con ella. Rodríguez Zapatero, Gordon Brown, Silvio BerlusconioYorgos Papandreuhan caído, con o sin urnas de por medio. ¿Le ocurrirá lo mismo aNicolas Sarkozy?Hasta ahora todos los sondeos le situaban muy por detrás de su principal rival, el socialistaFrançois Hollande.En los últimos días, la distancia se ha ido cerrando gracias a propuestas del presidente más acordes con el populismo y la xenofobia deMarine Le Penque a un representante de un partido conservador moderado como se supone que es la UMP. Incluso algún sondeo ha situado ya aSarkozyen cabeza.

De este se ha dicho que es mejor candidato que presidente y ahora podrá demostrarlo. En vista de los aspirantes que han conseguido recoger las firmas suficientes para poder entrar en campaña, al actual ocupante del Elíseo no le ocurrirá lo que le pasó al socialistaLionel Jospinen la carrera del 2002, cuando el voto de la izquierda se dispersó por la presencia de varias candidaturas lo que acabó apeándole de la segunda vuelta que dirimieronJacques ChiracyJean-Marie Le Pen.

Esfumada la amenaza de los centristasJean-Louis BorlooyHervé Morin,quedaba la incógnita deDominique de Villepin,enemigo acérrimo deSarkozy.El interrogante desapareció el jueves cuando el exministro de Exteriores reconoció no haber podido recoger los apoyos suficientes, algo que sin duda, dadas las relaciones envenenadas entre ambos, habrá engordado la vanidad del presidente.

Nicolas Dupont-AignanyJacques Cheminadeno suponen ninguna amenaza. Todo lo contrario queMarine Le Pen,quien, como señalaba hace pocos días en Madrid el politólogo del ECFR,Thomas Klau,es «una incógnita», y añadía que «todas las condiciones están ahí para que obtenga un buen resultado».

Por el contrario, la izquierda parece no querer aprender que su peor enemigo es la fragmentación yHollandedeberá competir con varios candidatos de su mismo espectro. El socialista está empeñado en algo tan necesario en estos tiempos de talla única como es la defensa del ideario socialdemócrata. Pero en nada le favorecen sus compañeros de viaje como sonAlfredo Pérez Rubalcaba, Sigmar GabrieloPierluigi Bersani. Todos perdedores. Pero algún día, alguien en la izquierda deberá volver a ganar.