Elecciones 2010

Sánchez-Camacho alcanza «el mejor resultado de la historia del PPC»

XABIER BARRENA
BARCELONA

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«¡Viva Catalunya y viva España!». Alicia Sánchez-Camacho se presentó anoche eufórica ante los militantes congregados en el hotel escogido por el partido para la noche electoral. En un breve parlamento, exclusivamente en castellano, brindó con cava por haber alcanzado «los mejores resultados de la historia del PPC». Antes, en una comparecencia mucho más comedida en las formas ante los medios de comunicación (esta vez en catalán y en castellano), la nueva diputada había lanzado una advertencia a CiU: «Vamos a cumplir nuestro programa electoral, el de la Catalunya constitucional». El PP sumó ayer cuatro nuevos escaños a los 14 que ya tenía, alcanzando los 18, uno más que la marca que en 1995 estableció el entonces presidente del PP de Catalunya, Alejo Vidal-Quadras.

El hoy eurodiputado, sin embargo, mantiene el récord en votos, pues su 13,08%, con 420.000 sufragios, se quedó por encima del 12,35% y los 380.000 de ayer.

Con todo, la sensación de éxito era completa en la sede electoral. Estos 18 diputados (Sánchez-Camacho no compareció hasta tenerlos consolidados, esto fue al 96%) permiten al PPC convertirse, de nuevo, en la tercera fuerza de Catalunya, a gran distancia de los parejos exmiembros del tripartito ICV-EUiA y Esquerra.

CRECIMIENTO TOTAL / El partido creció en todas las provincias, y ganó dos diputados en Barcelona (el duodécimo, Santi Rodríguez, fue expuesto en campaña como un símbolo de lo que sería un gran éxito), y uno tanto en Tarragona (de dos a tres) como en Lleida (de uno a dos).

¿Será decisivo el PP, tal y como prometió su candidata? Puede serlo; al no alcanzar CiU la mayoría absoluta, todo queda abierto. Sánchez-Camacho, el bombero que mandó la dirección nacional del PP a Catalunya, hace dos años, para apagar el incendio interno que la marcha de Josep Piqué había desatado, ha cumplido con creces con lo que se esperaba de ella. El de ayer, sin duda, fue también un triunfo personal.

«Los catalanes han votado por el partido de las soluciones para acabar con la crisis y fomentar el empleo», afirmó la presidenta del PPC. «Haremos nuestro trabajo, orgullosos de ser españoles y catalanes», afirmó eufórica. Parece difícil que, al menos hasta las generales, Sánchez-Camacho rebaje este componente españolista de su mensaje. Vector en el que cabe buscar, sin duda, su despegue electoral.

«NOCHE HISTÓRICA» /En resumen, y siempre según sus propias palabras, en esa «noches histórica» que fue la de ayer, el PP obtuvo «el mejor resultado» que ellos mismos «nunca» habían «soñado». Sánchez-Camacho se pronosticó 16 escaños en la porra de la caravana de periodistas.

Toca, obviamente, hacer una lectura española de las cifras alcanzadas por el PPC ayer. El éxito de Sánchez-Camacho es también el de Mariano Rajoy, quien no en vano anduvo siete días, la mitad de la campaña, del brazo de la candidata.

El resultado de Vidal-Quadras fue el aviso de lo que sucedería medio año después, en 1996, con la victoria del PP en las generales. En 1999, en las elecciones más disputadas y polarizadas de la historia de la autonomía catalana, las del pulso Pujol-Maragall, el PPC casi alcanzó los 300.000 votos y se erigió ya como tercera fuerza en el Parlament, con 12 escaños y en igualdad con ERC. Seis meses después, José María Aznar lograría la mayoría absoluta.

EL COLCHÓN PARA EL 2012 /Viene todo ello a decir que el colchón que ha preparado Alicia Sánchez-Camacho a Mariano Rajoy -en el siempre difícil frente ruso de Catalunya- para las generales de dentro de 15 meses es lo suficientemente mullido y tiene el grosor necesario para permitir que el líder del PP se propulse hacia la Moncloa. «El cambio en España se ha iniciado hoy en Catalunya», sentenció Sánchez-Camacho.