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Montilla pide otra oportunidad porque no volverá a presentarse

El candidato del PSC promete hacer público su patrimonio antes de las elecciones

NEUS TOMÀS / JOSEP M. BERENGUERAS / Barcelona

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José Montilla sacudió ayer la campaña electoral al anunciar que no repetirá como candidato a la presidencia de la Generalitat. «Quiero una segunda legislatura, una más, para tener un Gobierno compacto, reducido y sólido para poder hacer lo que todavía queda pendiente», desveló en el foro Primera Plan@ que organiza EL PERIÓDICO. Montilla pide más tiempo, una segunda oportunidad, como él la definió, para demostrar de lo que es capaz «sin muletas ni limitaciones», esto es, sin tener que hacer equilibrios con ERC e EUiA-ICV.

Felipe González decía que la política es una tarea inacabada por definición, pero el candidato del PSC no se resigna a que la suya se limite a una legislatura. Al menos, no todavía. Montilla, que fue alcalde de Cornellà durante 19 años, argumentó que, en el caso de la Generalitat, los mandatos deberían limitarse a dos legislaturas y no a tres como pretende su rival, Artur Mas. «No sé si él quiere jubilarse en el cargo, a mí eso no me pasará», bromeó.

CLAVES / El anuncio que formuló elpresidentpuede interpretarse como un intento a la desesperada de ablandar el corazón de aquellos antiguos votantes socialistas que, ya sea porque bastante tienen con llegar a fin de mes o porque son de los que todavía no le han perdonado la alianza con los independentistas, siguen dando la espalda al PSC a una semana de las elecciones. Bien lo saben los esforzados militantes que se están pateando los barrios metropolitanos con el tradicional puerta a puerta de todas las campañas y que esta vez son recibidos con más regañinas que felicitaciones.

Pero, además, a nadie se le escapa que, a falta de saber qué efectos tendrán las palabras de Montilla en el resultado del 28-N, su declaración de ayer abre la puerta a las quinielas sucesorias. Tanto si gana como si pierde, la terna de siempre vuelve a circular con más fuerza que nunca: Antoni Castells (ahora en el banquillo), Montserrat Tura (esforzada número dos de la lista) y Carme Chacón (en Madrid hasta nueva orden). De momento, Tura, tras loar la honestidad de Montilla e insistir en que no es momento de especulaciones, dejó caer en la cadena SER que «puede» que se presente en el 2014. Eso sí, subrayó que nadie sabe qué pasará de aquí a entonces. En el PSC ya hay quien, malévolamente, la ha bautizado comola Ségolène catalana.

El núcleo duro del PSC es consciente de que se puede estar alentando el debate sobre el relevo, al menos en los medios de comunicación. Otra cosa es que la dirección actual aspire a controlar este proceso. Montilla, preguntado ayer por si «pase lo que pase» su intención es quedarse al frente del partido, evitó responder. «El futuro de cualquier responsable político depende, entre otras cosas, de la ciudadanía», por lo que, afirmó, no está en condiciones de avanzar nada antes de conocer el resultado de las elecciones.

Por cierto, que tampoco soltó prenda sobre el futuro de Jordi Hereu como alcaldable de Barcelona. De las municipales, dijo, ya hablaremos cuando toque, que es después de las autonómicas. Aunque este proceso también aspira a controlarlo la actual dirección del PSC, diga lo que diga, la federación barcelonesa.

¿MESÍAS O HECHOS? / A estas alturas, en pleno ecuador de la campaña, es de manual que, públicamente, el candidato socialista aparezca concentrado en la ingente tarea de dar la vuelta a unas encuestas más que adversas. Hace cuatro años, cuando tomó posesión del cargo depresident, Montilla prometió ser el más humilde de los servidores del pueblo de Catalunya. Sin esa reminiscencia espriuenca, ayer insistió en que el país no necesita «un mesías», sino alguien que tenga como prioridad la lucha contra el paro, la preservación de la cohesión social y el pleno desarrollo del Estatut. «Yo tal vez no seduzco, pero cumplo», destacó, en un ejercicio de sobriedad pensado para arañar apoyos entre aquellos que recelan de los «falsos atajos» que proponen CiU y ERC con el concierto y el referendo independentista.

Montilla, que fue presentado por el director de EL PERIÓDICO, Enric Hernàndez, comparó el ecuador de esta campaña con un partido de fútbol en el que los socialistas tienen una buena defensa, basada en la obra de Govern, que avanza posiciones, mientras el equipo rival, CiU, «ni tiene ni quiere la pelota». La estrategia de los nacionalistas, prosiguió, se limita a esperar a que piten el final y a «despreciar» las reglas del juego. Por eso, argumentó, Mas sigue sin aceptar los dos cara a cara que el PSC propone. «No ha querido, no le interesa o le da pereza que una parte de catalanes que se entienden en castellano sepan qué propone», criticó. De nuevo, exigió explicaciones a su rival por la presunta financiación irregular de CiU y defendió la decisión del Consorci del Palau, en el que están representadas las distintas administraciones, de reclamar que se investigue el desvío de fondos de la institución a las arcas convergentes. No hacerlo, aseguró, hubiese podido constituir un delito de prevaricación.

TRANSPARENCIA Y BONOS / Además, Montilla prometió que «antes de que concluya la campaña» detallará su patrimonio, respondiendo así al emplazamiento hecho por este diario a todos los presidenciables. «El primero que lo explicó fue, hace dos décadas, el candidato socialista Raimon Obiols», recordó. Y de paso, acusó a Mas de estar incómodo ante iniciativas en favor de la transparencia.

Elpresident, como tantos otros miles de ciudadanos, ya sabe cuántos bonos de la Generalitat le han correspondido. Montilla calculó que en el proceso de prorrateo le habrán correspondido unos 12.000 euros. Eso también es patrimonio.